El líder del Partido Socialista Obrero (PSOE), Pedro Sánchez, a quien el rey Felipe VI le encargó intentar formar gobierno, tendrá hoy su primera sesión de investidura a la presidencia de España, aunque todo indica que fracasará ante la negativa del partido Podemos de apoyarlo. Tiene una segunda oportunidad el viernes pero, según la prensa local, puede enfrentar el mismo desenlace.
Sánchez solo cuenta ahora con el apoyo del partido Ciudadanos (C', centro-derecha) y en total ambos suman 130 escaños de los 176 que exige la mayoría absoluta.
El oficialista Partido Popular (PP, conservador), de Mariano Rajoy, adelantó que votará en contra, lo mismo que Podemos (extrema izquierda). A Sánchez le bastaba con una abstención de algunos de estos dos y el apoyo de otros partidos minoritarios, aunque todo indica que no lo conseguirá.
En un intento desesperado por encontrar el apoyo de Podemos, Sánchez anunció ayer que remitió a la formación morada, a Izquierda Unida (IU) y también a Compromís (izquierda) varias propuestas programáticas que amplían el perímetro del pacto alcanzado la semana pasada con Ciudadanos, fuerza que de inmediato se puso en alerta ante el riesgo de votar finalmente a favor de Sánchez con un programa de legislatura que puede no llegar a compartir. En todo caso, la estrategia de Sánchez es clara y descansa en achicar al máximo el margen del que puede disfrutar Pablo Iglesias, líder de Podemos, para rechazar la investidura, al lado del PP.
En la oferta trasladada a Podemos están algunas de las medidas que el propio Iglesias defendió durante su campaña electoral. La mayoría aumentan el gasto social y buscan que el gobierno disponga de mejores mecanismos para combatir la corrupción.
"Por nosotros no va a ser", señaló Sánchez y dijo estar dispuesto a echar el resto para poder ser investido presidente del gobierno en algunas de las dos votaciones previstas en el Congreso para esta semana.
Sin embargo, desde Podemos, su secretario de Economía, Ignacio Álvarez, reiteró que sigue sin haber posibilidad de acuerdo con el PSOE si el partido de Sánchez no modifica el que tiene con Ciudadanos y renuncia a las políticas "neoliberales" que, a su juicio, se recogen en el pacto de legislatura firmado la pasada semana.
El líder socialista entró en acción luego de que Rajoy le dijera no al rey Felipe en dos ocasiones por falta de apoyo. Y es que ningún partido está dispuesto a pactar con Mariano Rajoy, no necesariamente con el PP, ya que algunos partidos aclaran que el problema es precisamente Rajoy, un político que se caracteriza por la inacción y que deja que el tiempo arregle o no las cosas.
En la sesión de hoy solo hablará Pedro Sánchez; mañana lo harán los demás partidos.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, reiteró a Rajoy que si no quiere gobernar deje a Sánchez hacerlo. En respuesta, el presidente en funciones dijo que su partido "jamás será un actor secundario".
El líder del PP rechazará el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos pero es consciente de que a partir del 5 de marzo tiene que volver a tender puentes para formar la "gran coalición" que propone para gobernar (PP-PSOE y C's).
De no lograrse un gobierno, habrá nuevos comicios el 26 de junio, según el calendario político electoral español.
Claves
"El problema es Rajoy"
- Miguel Gutiérrez, titular del grupo parlamentario de Ciudadanos, dijo que su partido replanteará su voto en la investidura del socialista Pedro Sánchez si el PSOE cambia los términos del acuerdo bilateral.
- Ciudadanos quiere ampliar el pacto al PP de Rajoy, primer grupo en el Congreso con 123 bancas, para asegurar la puesta en marcha las reformas acordadas, entre ellas la de la Constitución.
- Pero el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, dijo ayer que, en su opinión, el "problema" es que Mariano Rajoy "no quiere irse" y que el PP "no tiene mecanismos para cambiar de candidato".