Una semana después de la reconquista de Palmira por las tropas gubernamentales sirias con el apoyo de la aviación rusa, la firma emergente Iconem, experta en la digitalización 3D de sitios arqueológicos de excepción en peligro, llegó al lugar. Se trata para Yves Ubelmann, cofundador de Iconem, de realizar en la antigua ciudad los registros numéricos de los daños cometidos por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que ocupó el oasis de Palmira en mayo de 2015.
El vespertino Le Monde desveló, en exclusiva, las primeras fotos aéreas de Iconem, por drone, mostrando, en plano abierto, lo que queda del templo de Bel [el dios semita, erigido en el año 32 d. C. y era el centro de la vida religiosa de la ciudad, N. de la T] , totalmente derribado, después de la explosión, en 2015, del mayor santuario dedicado al "Señor". Esta joya era el emblema de la opulenta ciudad parador que conoció su edad de oro en el cambio de nuestra era. Una combinación de arquitectura romana y de vocabulario semítico cuya construcción fue financiada por las mismas tribus locales. La estructura destruida del templo muestra cantidad de bloques de piedras y de partes de columnas que podrían ser remontadas.
La operación de Iconem es realizada en Palmira junto con la Dirección General de las Antigüedades y los Museos (DGAM), en el contexto del Syrian Heritage. La meta es construir la mayor base de datos arqueológicos 3D del estado de los sitios para salvaguardar, e incluso restaurar en parte el patrimonio saqueado. "Tenemos mucha documentación sobre los vestigios antes de la ocupación del Daesh (acrónimo árabe del EI)", precisa Maamoun Abdulkarim, director de la DGAM. "Habrá un proyecto de restauración a partir de los elementos intactos. En el caso del destruido Arco del Triunfo, no será una reconstrucción sino volver a montar una parte de los bloques, como lo hicieron en 1930 el arquitecto Robert Amy y Henri Seyrig", arqueólogo responsable durante el mandato colonial francés.
Para el templo de Bel "tenemos también mucha documentación, imágenes, fotos y escáneres de la misión japonesa que trabajó en el lugar, hace cinco años, antes de que llegara el Daesh", dice Abdulkarim, arqueólogo, experto en Palmira. A partir del templo, "vamos a ver lo que se puede volver a montar. Nunca se pensó en hacer edificios nuevos. Se debe respetar la historia, incluso las marcas de Daesh. Tenemos buenos restauradores. Con veinte personas en el lugar, arquitectos, arqueólogos... debemos avanzar con esperanza junto con la Unesco". Palmira fue nombrada patrimonio mundial en 1980.
Como socio de larga data de la DGAM, Iconem acompañó al primer grupo de científicos sirios enviados al lugar, el 5 de abril. "Imposible permanecer en Palmira", explica por teléfono Yves Ubelmann, desde Homs donde pasa la noche con todo el equipo. Y es que también la parte moderna de la ciudad bombardeada está destruida. Unas 400 esculturas fueron evacuadas antes de la llegada del EI, pero las piezas más pesadas, estatuas y bajorrelieves, altares dedicados a las divinidades locales, fueron derribadas, los rostros mutilados, como en Mosul en Irak.