Cuba recordó hoy la nacionalización por el gobierno hace 55 años de las empresas petroleras Texaco, Esso y Sinclair, así como de 36 centrales azucareras pertenecientes a empresarios estadunidenses, a una semana de que el Secretario de Estado John Kerry viaje a La Habana para reabrir formalmente la embajada de Estados Unidos en la isla.
También estaban incluidas la United Fruit Company, las compañías de electricidad y teléfonos, así como numerosas empresas azucareras. "Resulta inolvidable el momento en que Fidel (Castro) da lectura a la relación de las 26 empresas nacionalizadas. La mención de cada uno de esos nombres fue seguida por aplausos y un coro de miles de voces", dijo el diario oficial Granma.
“Como parte de su agresión económica al pueblo cubano” un mes antes, “el gobierno de Dwight D. Eisenhower aprobó la rebaja de la cuota azucarera que correspondía a Cuba en el mercado de Estados Unidos”, dijo el Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista, al contextualizar aquel año, en que comenzó a agudizarse el enfrentamiento entre La Habana y Washington.
Eisenhower, "en notoria actitud de agresión económica y política contra nuestro país, ha procedido a la reducción de la participación en el mercado norteamericano de los azúcares cubanos, con la indiscutible finalidad de agredir a Cuba, y a su desarrollo y proceso revolucionario", dijo Castro al anunciar la nacionalización en la clausura de un congreso juvenil latinoamericano.
La ley de nacionalización contemplaba indemnizaciones a partir de las ganancias de las ventas de azúcar a Estados Unidos, pero quedó invalidada poco después cuando Washington suprimió enteramente la cuota cubana. Ese mismo año Castro nacionalizó todas las compañías extranjeras en la isla y estatizó las grandes empresas de capital nacional.
Las indemnizaciones pendientes, que según expertos superan actualmente los siete mil millones de dólares incluidos los intereses, es uno de los temas a resolver para llegar a la normalización plena de relaciones, proceso que durará años y que incluye el reclamo cubano de más de cien mil millones de dólares por los perjuicios causados por el embargo económico a la isla.
En mayo de 1960, Cuba restableció relaciones diplomáticas con la entonces Unión Soviética –principal enemigo de EU durante la Guerra Fría-, y en octubre de ese mismo año, Washington inició el bloqueo “a todo tipo de mercancías destinadas a” la isla desde ese país, y tres meses después cerró su embajada en La Habana.
La misión estadunidense se encontraba en el mismo edificio de seis plantas en el que Kerry volverá a izar la bandera de las barras y las estrellas el 14 de agosto, en un acto formal que sigue al realizado por los cubanos en su embajada en Washington el 20 de julio, cuando oficialmente quedaron restablecidas las relaciones.
En su edición de hoy, Granma reprodujo los nombres de las 35 empresas estadunidenses intervenidas por el gobierno, entre ellas la United Fruit Company; Esso Standard Oil, S.A, División Cuba; y Texas Company West Indian.
Las compensaciones mutuas por el bloqueo de más de medio siglo a la isla y la nacionalización de estas y otras empresas de EU por el gobierno del entonces primer ministro Fidel Castro, figuran entre los temas a discutir por los dos gobiernos cuando Kerry concluya la reinauguración de su embajada en el país caribeño.
Los presidentes Raúl Castro y Barack Obama anunciaron el 17 de diciembre pasado su disposición a dejar atrás medio siglo de confrontación y abrir una nueva era en las relaciones entre los dos países.
Esa perspectiva, sin embargo, parece estar condicionada por quien gane la presidencia de EU en las elecciones del año próximo. La principal aspirante a la nominación por el partido Demócrata, Hillary Clinton, ha adelantado que mantendrá la misma política de Obama hacia Cuba. Pero todos los candidatos a la nominación por el partido Republicano se oponen a la normalización de relaciones.