El gobierno de Cuba asumió la presidencia rotativa por dos años de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de manos de México, en acto encabezado en La Habana por el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, y el gobernante isleño, Miguel Díaz-Canel.
En ceremonia atípica, en el que la compañía infantil "La Colmenita" rompió el protocolo e hizo bailar a Guterres, Díáz-Canel y demás delegados, el jefe de la oficina de la presidencia de México, Francisco Guzmán, trasmitió el "apoyo incondicional" de su gobierno al nuevo liderazgo cubano.
Asimismo, expresó a Díaz-Canel el saludo del presidente Enrique Peña Nieto y sus deseos "de éxitos en su gestión presidencial" –iniciada el pasado 19 de abril-, y aseguró que "México se siente orgullosamente latinoamericano y caribeño" y continuará apoyando el principio de la CEPAL de alcanzar el desarrollo económico con igualdad social.
Por su parte, la secretaria ejecutiva de la entidad, Alicia Bárcena, hizo un tributo a la labor realizada por el gobierno mexicano en su mandato y llamó a "acelerar el paso" para que la región avance "de la cultura de los privilegios a la cultura de la igualdad social", como única fórmula para alcanzar los objetivos que promueve la CEPAL.
"La ineficiencia de la desigualdad y la discriminación cierran las posibilidades a la productividad", consideró Bárcena, quien ejemplificó con el hecho de que una tercera parte de las mujeres latinoamericanas y caribeñas no logran generar ingresos, pese a estar calificadas para ello, por obra de las "instituciones excluyentes" que existen en la región.
Bárcena reiteró el pronóstico de crecimiento económico regional de 2,2 por ciento en 2018, pero advirtió que pese a ello esta zona sigue siendo "la más desigual del planeta" e instó a los gobiernos representados en la sesión de La Habana a aunar esfuerzos a favor de la "integración regional".
Ese mismo concepto fue subrayado por Guterres, quien insistió además en los retos que el cambio climático en curso representa para el Caribe y anunció que convocará a una reunión internacional sobre el tema ambiental, a realizarse en la sede de Naciones Unidas en septiembre de 2019.
En la región caribeña el costo total del cambio climático llegó en 2017 a los 320 mil millones de usd, retrasando en décadas el desarrollo de varios de los países insulares, dijo Guterres, quien apuntó en particular los enormes estragos causados en Puerto Rico, Cuba, República Dominicana y las Antillas Menores por los huracanes Irma y María.
El presidente Díaz-Canel, en tanto, reafirmó la decisión de su gobierno de impulsar desde la CEPAL el desarrollo económico inclusivo y la unidad regional, así como la cooperación sur-sur, y proclamó que sería "cínico imponer una nueva oleada neoliberal en la región".
Igualmente aseguró que su gobierno "jamás aplicará políticas de choque" en la isla para impulsar los cambios económicos que tienen lugar en el país y cuyos resultados prácticos aun no llegan a los bolsillos de la mayoría de los cubanos.
jamj