La aprobación del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, subió a un 47%, en medio de los procesos de destitución y la próxima convocatoria de un referendo revocatorio, reveló hoy un sondeo de la firma Gallup. Según la encuesta, publicada por la radio Caracol, el 47% de los habitantes de Bogotá aprueban la labor de Petro, en contraste con el 35% registrado en octubre, el 32% de agosto y el 26% que lo favorecía en febrero.
De otro lado, la encuesta también analiza la imagen favorable del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, que se ubicó en el 38% en la primera quincena de diciembre, más de un punto por encima desde principios de noviembre. Esta cifra supone una mejora frente al 29% que tuvo en octubre y el 21% de agosto, aunque aún está lejos de los niveles de 2011 y 2012 cuando gozaba de un nivel de aprobación del 76%.
La mejora de la imagen de Petro es la mayor desde que asumió el cargo en enero de 2012, cuando obtuvo un 48% de aprobación y 43% de desaprobación. El alcalde de Bogotá afronta un proceso de destitución por parte de la Procuraduría, organismo que vigila la gestión de los servidores públicos, y una convocatoria a un referendo en que se consultará la posible revocatoria de su mandato.
La Registraduría distrital convocará la consulta en los dos meses siguientes a que quede en firme la decisión, lo que significaría un llamamiento a las urnas a más tardar en febrero. El proceso de revocatoria contra Petro, un ex guerrillero del M-19 de 53 años que fue elegido para el periodo 2012-2016, es impulsado por el parlamentario Miguel Gómez, cercano al ex presidente derechista Álvaro Uribe (2002-2010), un duro crítico del burgomaestre.
Petro discutió hoy su situación en una reunión con el Secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza. Petro relató a Insulza datos la presentación que realizó en la víspera ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la que ofreció nuevas informaciones sobre la demanda que presentó en octubre contra el proceso de destitución llevado adelante por la Procuraduría colombiana, informó la OEA.
"El tema se encuentra en manos de la CIDH. La Comisión es la voz de la OEA en el área de los derechos humanos, y la OEA no debe tener dos voces sobre un mismo tema", dijo Insulza a Petro durante la reunión, de acuerdo a informaciones de la propia entidad regional. En Washington, Petro también mantuvo el miércoles un encuentro con el congresista demócrata Jim McGovern y para el viernes tiene previsto un encuentro con el director para América de la organización humanitaria Human Rights Watch, José Miguel Vivanco.
La situación de Petro se convirtió en el centro de una agitada polémica política en Colombia después que el 9 de diciembre, al fin de un proceso que se inició en enero, la Procuraduría de la Nación decidió su destitución y su inhabilitación política por un plazo de quince años. La justificativa para la destitución de Petro y la anulación de sus derechos políticos es que actuó con dolo en la reforma del sistema de recogida de basura de Bogotá. Ya en octubre Petro había interpuesto una demanda contra el estado colombiano ante la CIDH.
La demanda, sobre la que la CIDH no había informado inicialmente en octubre, podría durar años antes de determinarse si se violaron los derechos políticos de Petro, quien fue elegido para gobernar la capital colombiana entre 2012 y 2016. El miércoles, Petro afirmó que apoya la convocatoria a un referendo sobre su mandato, anunciada por la Registraduría de Colombia. "Estamos listos, vamos a las urnas", dijo Petro a la prensa luego de reunirse con el titular de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza.
Petro viajó esta semana a Washington para sostener una reunión en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la sanción de destitución que le fue impuesta la semana pasada por la Procuraduría, que lo acusa de haber actuado con dolo en la reforma del sistema de recogida de basura de Bogotá.
La medida tomada por la Procuraduría, ante la cual el alcalde presentará un recurso de reposición el 30 de diciembre, generó masivas manifestaciones de respaldo por parte de sus seguidores. El cargo de alcalde de Bogotá, una ciudad de siete millones de habitantes, es el segundo más importante en Colombia después de la Presidencia.
