La campaña de los comicios españoles del 20 de diciembre eclipsó hoy el 37 aniversario de la Constitución española y el ya tradicional acto celebrado en el Congreso de los Diputados, en el que coincidieron por primera vez los líderes de los cuatro grandes partidos políticos del país.
Los partidos españoles manejan la hipótesis de que en la próxima legislatura se lleve a cabo una reforma de la Constitución de 1978, pero no coinciden en qué alcance debería tener, ya que difieren en el contenido de los cambios que podrían introducirse.
La Constitución de 1978 permitió que España caminase por la senda de la democracia después de casi cuatro décadas de dictadura de Francisco Franco y definió un marco de convivencia que muchos consideran de los más fructíferos en la historia de España.
Fue aprobada por un alto grado de consenso de los políticos de la época en un contexto en el que pesaban las hipotecas mentales de años de dictadura y un clima donde el terrorismo se cobraba vidas todas las semanas y algunos militares conspiraban en los cuarteles contra la naciente democracia.
Mariano Rajoy (PP) y Pedro Sánchez (PSOE) compartieron en esta ocasión protagonismo con los emergentes Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos), que por primera vez asistieron a esta recepción celebrada cada 6 de diciembre.
Reforma constitucional
Transcurridos 37 años la Constitución da señales de agotamiento en algunos aspectos y por eso uno de los temas de la campaña para las elecciones del 20 de diciembre es cómo abordar su renovación y en qué ámbitos.
Al igual que en años anteriores, la hipotética reforma de la Constitución española, votada en referéndum y aprobada en 1978, estuvo muy presente en el aniversario de la Carta Magna, que en 37 años ha sido reformulada puntualmente en dos ocasiones.
El presidente del Gobierno español y candidato del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, aseguró que la Constitución goza de "una salud muy buena" y que no es "una prioridad" reformarla.
"La Constitución fue una de las operaciones políticas más importantes que se hicieron en nuestro país, supuso poner de acuerdo a muchísimos españoles tras una época muy complicada (...) Bajo el ordenamiento de esta Constitución hemos vivido y espero que lo sigamos haciendo en el futuro", destacó.
Rajoy señaló que "todo el mundo" habla de cambiarla, en alusión a otras fuerzas políticas, pero "todos tienen el mismo problema, no se sabe qué quieren reformar".
"Yo no me cierro (a la reforma), si alguien tiene algún planteamiento estoy dispuesto a considerarlo", según Rajoy, quien subraya en cualquier caso que es necesario el consenso. Con esa premisa parece difícil hacer una reforma profunda, porque el clima de consenso de finales de los años 70 no parece el mismo que en la actualidad.
El Partido Socialista (PSOE) aboga desde hace tiempo por una reforma federal que facilite el encaje de la región de Cataluña en España, en medio del desafío independentista impulsado por el jefe del Ejecutivo catalán en funciones, Artur Mas.
Los socialistas, que son el primer partido de la oposición, son partidarios de una reforma constitucional para blindar servicios como la sanidad y educación públicas y las pensiones y, según dijo hoy su candidato, Pedro Sánchez, para modificar la ley electoral y para pasar del Estado autonómico al federal, reconociendo la singularidad de Cataluña en España.
"Proponemos actualizar la Constitución y adaptarla a las necesidades y derechos del siglo XXI (...) La reforma constitucional es la oportunidad que tenemos de hacer frente a los desafíos que tenemos por delante", dijo hoy el líder de los socialistas.
Ciudadanos y Podemos se sumaron a ese deseo de "actualizar" el texto constitucional que en 1978 marcó uno de los hitos de la Transición española hacia la democracia tras casi cuatro décadas de dictadura franquista, aunque ambas formaciones difieren en su forma de abordar el tema de Cataluña.
"Estamos ante una nueva Transición (...) España ya ha cambiado. Ahora se trata de que cambie el Gobierno y el Parlamento. Y esos cambios se tienen que plasmar en la Constitución", dijo Iglesias, cuyo partido aboga por un referéndum pactado en la región del noreste de España.
Rivera, por su parte, incidió en "reconstruir el proyecto común español" y por "hacer partícipes a todos los españoles". "Hace casi 40 años, los españoles nos pusimos de acuerdo en lo importante, lo que nos une. Hoy hay que ratificar eso", dijo.
Los comicios generales del 20 de diciembre serán, salvo sorpresa, los más reñidos y abiertos de la historia reciente de España. En ellos, por primera vez, cuatro partidos optan a la presidencia del Gobierno de un país que en las últimas tres décadas ha tenido un sistema bipartidista sustentado por el PP y el PSOE.
Algunas de las encuestas más recientes sitúan a PP, PSOE y Ciudadanos prácticamente empatados, seguidos a cierta distancia por Podemos. Los sondeos dan la victoria al PP, pero sin mayoría absoluta, lo que supone la necesidad de pactos para gobernar con un Parlamento más fragmentado que nunca.
"El partido político que gane las elecciones debe formar Gobierno. Es lo que ha ocurrido en España desde 1978 y es lo que ocurre en muchos países", dijo hoy Rajoy, quien aseguró que un posible pacto entre PSOE, Ciudadanos y Podemos para desbancar al PP del Gobierno, como se ha especulado, sería "un error".
"Si no gano las elecciones, yo no formaré Gobierno", se comprometió el actual jefe del Ejecutivo español. "Lo importante es que la mayoría de españoles quiere cambio. (...) Y solo si gana el Partido Socialista habrá cambio político en España. Haremos lo contrario que el PP en estos cuatro años, que ha gobernado solo y contra todos", dijo Sánchez.
Rivera, el hombre que se perfila como clave en la formación del futuro Gobierno, aseguró hoy que en caso de encabezarlo, tenderá la mano "a todos los demás". "Estoy convencido de que a partir del 20 de diciembre va a llegar ese nuevo tiempo. Si queremos cambiar, necesitamos que el bipartidismo vuelva a la oposición", dijo.
Por su parte, Iglesias insistió en la posibilidad de que Rivera apoye un Gobierno del PP encabezado por la actual vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quien el lunes representará al partido de Rajoy en un debate electoral televisado en el que también participarán los candidatos de PSOE, Ciudadanos y Podemos. Rivera lo negó.
Secesión de Cataluña
La aspiración de partidos independentistas de Cataluña en favor de la secesión ha agitado el debate político español en el último año y alimentado todo tipo de opiniones sobre cómo encajar esa región de 7.5 millones de habitantes que tiene cerca del veinte por ciento del PIB español.
El partido emergente Podemos (izquierda) quiere aprobar un referéndum para que los catalanes decidan su futuro, según el líder de este partido que es cuarto en los sondeos, Pablo Iglesias.
El ex eurodiputado da por culminada la labor de la Constitución de 1978 y desea una reforma de calado que garantice derechos sociales, un sistema electoral proporcional y la lucha contra la corrupción.
En una línea diferente está Ciudadanos (liberales centristas), que son el tercer partido en las encuestas pero que podrían ser decisivos a la hora de configurar mayorías de gobierno, dado que ninguno de los dos grandes (PP y PSOE) parece en disposición de gobernar en solitario.
Su candidato, Albert Rivera, rechaza cualquier hipótesis de referéndum en Cataluña y a su juicio la reforma constitucional debería ser para que el Estado recupere algunas competencias que ahora gestionan las regiones, modificar la ley electoral y suprimir el Senado, Cámara que desde hace años es denostada por muchos ciudadanos, que no perciben su utilidad.