El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, mentor político de la presidenta y candidata a la reelección Dilma Rousseff, medita presentarse a los comicios de 2018 si su partido gana estas elecciones.
A pesar de haber negado públicamente en repetidas ocasiones su vuelta a la política, Lula, quien gobernó de 2003 a 2010, dijo hace una semanas que “estaría vivo y con mucha voluntad” para impedir en 2018 un cambio de gobierno, si Rousseff gana los comicios de este domingo.
De hecho, la candidatura de Lula por el partido que fundó y que encumbró, el gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), ya estuvo en boca de muchos para estos comicios, ante la caída de la popularidad de Rousseff.
El presidente del PT, Rui Falcao, dijo hace dos meses que Brasil necesita a Lula a partir de 2018 para seguir con el proyecto social que él mismo inició cuando ganó los comicios de 2002.
“Necesitamos elegir a Dilma para que Lula vuelva en 2018. Eso significa que, si ella es reelecta, comienza el ciclo de debate, de planteamiento, para que nuestro proyecto tenga continuidad”, subrayó.
Esto se lograría “con el retorno de Lula en 2018, que es la mayor seguridad electoral de que el proyecto puede continuar”, dijo el presidente del partido que gobierna Brasil desde 2003.
Lula es una de las figuras políticas más populares de Brasil y abandonó el poder con un porcentaje de popularidad superior al 70 por ciento.
Considerado el artífice del mayor esfuerzo social por sacar de la pobreza a decenas de millones de personas en una década, Lula jugó un enorme rol en promover a los candidatos del PT en estos comicios, acompañando a Rousseff en numerosos mítines y publicidad electoral.
