La tarde de este domingo fue de debut en Santos Laguna con sus refuerzos, el primer partido en casa en el Apertura 2019, primer torneo con Dante Elizalde como presidente del Club y el estreno de Adrián Lozano en el máximo circuito.
Te recomendamos
Qué mejor que ante un rival de jerarquía como el Guadalajara, que presentó un equipo muy dinámico, con su rimbombante contratación en la banca (Oribe Peralta), muy determinado a llevarse un buen resultado de la cancha del Corona.
La tribuna mostró una mezcla de albiverdes con rojiblancos, muchos seguidores del Rebaño Sagrado acudieron a ver a su equipo, optimistas en ver un buen comienzo bajo las órdenes de Tomás Boy.
Lo mismo del lado lagunero, la gente estaba entusiasmada por ver el accionar de las nuevas caras que tiene el equipo, con la ilusión de ver algo muy distinto a lo que presenció el torneo anterior.
Sin embargo, en casi todo el primer tiempo no se notaba un cambio en el accionar del equipo, sí intentó presionar al rival desde la salida, pero con el planteamiento que hizo Chivas se le estaba complicando construir al frente y por ende escasearon las llegadas al arco.
Fue hasta ese gol de Brian Lozano que todo cambió y las condiciones fueron favorables. El público en la tribuna comenzó a tener confianza y se animó en cada pique de Castillo, en los desbordes de Lozano y las incorporaciones de Gorriarán.
Santos fue construyendo mejor sus jugadas en la segunda mitad, Guillermo Almada gritaba desesperado para que se hicieran las coberturas y recorridos, al menos eso daba a entender con ademanes y gesticulaciones, mientras Tomás Boy se paseaba como león enjaulado.
Adrián Lozano hizo buena labor, dejó su lugar con buen rendimiento y eso es algo para recordar con gusto en su carrera, mientras su familia en la tribuna lo celebraba.
Santos cumplió en su primera prueba, falta mucho por corregir, pero siempre es importante iniciar con el pie derecho, más cuando se viene otro partido en casa, ante Juárez FC.
