Uno de los capítulos más tristes en la historia centenaria de Chivas fue aquella final del 98 contra Necaxa en el Jalisco.
Empate sin goles en el Azteca y todo a favor en casa, más de 60 mil personas en su estadio y frente el Necaxa de Raúl Arias.
Hay dos facetas de este encuentro, José Manuel de la Torre fue por Ramón Ramírez y quedó a nada de romperle el tobillo, era el minuto ocho y Pascual Rebolledo no quiso expulsar al Chepo y Ramón Ramírez no volvió a tocar el balón en la final.
Al 24 penalti para Chivas, en ese momento la estrella del equipo y el cobrador oficial de los tiros desde los once pasos se fue al medio campo, tomó agua y se olvidó del balón, se desentendió del cobro. Beto Coyote tomó el balón y Adolfo Ríos se lo detuvo lanzándose a su izquierda. Con el paso de los años Coyote dice que Luis García nunca le dijo nada, que simplemente se olvidó del balón.
"Luis García era el tirador oficial. Después venía Ramón Ramírez, pero estaba lastimado, y el tercero para tirar era yo. Asumí la responsabilidad como debe de ser, desafortunadamente no pude marcar el penal, creo que ahí fue donde se nos escapó el título. No me comentó nada (Luis García), simplemente se fue caminando a media cancha y esa era una señal de que no estaba preparado", explicaba Coyote.
Pero la versión de Adolfo Ríos da en el clavo, pues el Arquero de Cristo ya esperaba a Luis García y el delantero jamás fue a intentar cobrar el penalti.
"Se me acerca Carlos Hermosillo y me dice 'para dónde te vas a lanzar', le dije lo va a tirar Luis García y me voy a tirar a la derecha, ya había un antecedente cuando él estaba en el Atlante le paré uno y en el Torneo regular le atajé otro y cuando veo que Coyote trae el balón le dije a Hermosillo 'me voy a tirar a la izquierda'. Yo intuía que buscaría la izquierda, en la selección en los entrenamientos le pegaba con fuerza", recordó Adolfo Ríos, el héroe de aquella tarde en el norte de Guadalajara.
El Necaxa aguantó, supo sufrir, pese a tener un gran aparato ofensivo el equipo de Raúl Arias supo pegar en el momento cumbre.
Salvador Cabrera venció al Pulpo Zúñiga quien se lanzó, pero iba tan colocado el disparo que a la postre fue el del campeonato de los Rayos, ya al final del partido Joel Sánchez despeja mal y ahí cae el segundo del Necaxa, Hermosillo hace una gran jugada individual y dejó solo a Sergio Vázquez para que llegara el segundo de los necaxistas y así se gestaba una derrota histórica.
Ese día se acabó una generación dorada, culminaron varios ciclos, de ese oncena no llegó ninguno al siguiente título. Desde el arco con Oswaldo Sánchez empezó una reestructuración total.
Las Chivas de 1998 dejaron corazones heridos y culminó la historia de ese plantel que perdió una final de vuelta en casa, el día que Luis García tuvo miedo de cobrar el penalti.
SRN