Ann Marie Sharoupim ideó la manera de preservar la leche materna para convertirla en joyería. La idea surgió cuando buscaba la manera de agradecer a la mujer que le ayudó a alimentar a su hija recién nacida, luego de que Ann Marie no pudiera producir leche.
Para lograrlo, Sharoupim, que además de mamá es químico farmacéutico, experimentó durante 6 meses con diferentes sustancias y resinas para conservar la leche. Logró que la leche se solidifique para convertirse en una pieza de joyería, como aretes, collares o pulseras.
La visionaria científica fundó Mamma's liquid love, una línea de joyería orientada a las mamás que como ella tienen problemas para amamantar a su bebé o bien, que simplemente quieren tener un recuerdo de las primeras etapas de sus bebés y de ellas como madres.
Para hacer dos o tres piezas, Ann Marie necesita entre 1 y 1.5 onzas de leche (28 a 42 mililitros) y le toma dos semanas todo el proceso: desde esterilizar la leche, tratarla, convertirla en estado sólido y finalmente colocarla en la pieza elegida. El precio de la pieza depende del diseño, pero van de los 50 a 100 dólares, entre 900 y 1,800 pesos.
Sharoupim admite que para algunas personas el concepto es asqueroso, pero no le importa. Cuando no pudo alimentar a su hija, comprende a la leche materna como un símbolo de lo mucho que pueden hacer las mujeres por sus hijos y de su gran fortaleza.