El futuro de las bebidas podría ser esférico, pequeño y frágil. Aunque México ocupa el primer lugar en recolección de envases de PET en América, la basura generada por botellas de plástico se sigue contando en toneladas. Un reporte de la Comisión Europea indica que en sólo un año, Estados Unidos Noruega y Suiza pueden producir hasta 12.1 millones de toneladas de desechos plásticos. La contaminación es un problema de proporciones internacionales.
TE RECOMENDAMOS: Esta cuna inteligente hará que tu bebé duerma plácidamente
Los creadores de Skipping Rocks Lab sugieren una posible solución: envases comestibles. Tan descabellado como suena, el proyecto es ya una realidad. Ooho, su primer producto, es un empaque esférico, flexible y biodegradable que puede contener agua, cosméticos y hasta bebidas alcohólicas. Otra ventaja: producir estas esferitas es incluso más barato que el fabricar plástico.
Los creadores de Skipping Rocks Lab utilizan materiales naturales extraídos de plantas y algas que generan un impacto ambiental bajo. Su objetivo, aseguran, es detener los casi mil millones de botellas de plástico que son arrojados cada año al océano y prevenir que casi 300 millones de kilos de dióxido de carbono sean emitidos.
Skipping Rocks Lab es un proyecto del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología y opera desde el Colegio Imperial de Londres. Recientemente lanzaron una campaña de crowdfunding. Su objetivo era reunir 400 mil libras (más de 9 millones de pesos), pero a la fecha registran casi el doble: 757 mil 550.
Durante los últimos seis meses han estado vendiendo Oohos en algunos eventos de Londres y ya firmaron su primera licencia comercial, por lo que, si todo sale bien, su distribución podría extenderse a otros lugares del mundo.
ASS