Además de ser famosos por la moda y el estilo, los europeos occidentales también lo son por tomar prolongadas comidas, lo que les permite apreciar des-pa-ci-to la vida y la buena comida.
Dicha filosofía, conocida como “Slow food”, la inspiró Carlo Petrini a mediados de los años 80 para protestar por la apertura de un restaurante de hamburguesas. En una entrevista dijo al The Independent que “tradicionalmente la comida es un acto de amor, y hay una diferencia entre la pornografía y el amor”.
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Aquí te presentamos las tres razones para tomar las cosas con paciencia y lentitud.
1-. La digestión
Tan pronto como olemos los alimentos, nuestro cuerpo comienza a producir enzimas que ayudan en la digestión.
2. Comer más lento es mejor
Estudios confirman que comer más lento lleva a consumir menos calorías, pues nuestro organismo tarda cerca de 20 minutos en registrar que estamos llenos. Si estás tratando de perder peso, masticar más lento te ayudará.
3. Reducción del estrés
Cuanto más conscientes estamos de nuestros hábitos alimenticios y más procuramos disfrutar cada bocado, nos volvemos más conscientes de nuestro cuerpo. Según el monje budista Andy Puddicombe, la “meditación de la comida” anima a tomar placeres en el momento.
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Así que ahora come consciente, come despacio y disfruta de este placer.
AG