Para Magdalena Barrón Reza su labor como madre ha tenido muchos momentos bellos, pero también situaciones difíciles y dolorosas cuando su esposo (qepd) y sus hijos se han dedicado a la lucha libre profesional.
Madre de tres hijos Mayra la mayor y le siguen Dr. Wagner Jr y Silver King, quienes hoy en día ven por ella y ella sigue viendo por ellos administrando literalmente parte de sus vidas.
Fue en la ciudad de Monterrey en donde la señora Magdalena alrededor de los 23 años conoció a Don Manuel González, en la Nevería Encanto, fue un amor a primera vista “Él era muy caballeroso, simplemente coincidimos en el lugar y el momento exacto, aún recuerdo que me decían que estaba muy grandote para mí, pero eso no me importó ya que con seis meses de noviazgo nos casamos”.
Fue meses después de haber iniciado el noviazgo cuando se entera que era luchador profesional, “Mis papás me decían “te va a matar, te va a matar”, lo que no sabían que era un ser muy tierno y que me cuidaba bastante”.[OBJECT]
Ya radicando en México debido al trajín de Dr. Wagner quien era de las principales figuras del pancracio nacional llegaron los hijos, sola y con tres criaturas tenía que lidiar diariamente con los problemas y preocupaciones del hogar, sola debido a las giras luchísticas que tenía.
No fue suficiente que el papá fuera luchador, años después los hijos tomaron el mismo camino, pero desde niños ya pintaban para estar sobre el ring, Ya cuando los hijos deciden irse a buscar suerte en una profesión como la lucha libre para la señora Magdalena fue muy doloroso ver como Silver King desde los 16 años se va a México, ya que la familia ya radicaba en Torreón, con Wagner fue distinto ya que a los 21 años fue cuando tomó la decisión.
“Una como madre no alcanza a acostumbrarse a verlos en este medio, ver como muchas veces salen lastimados, ya ve no hace mucho Silver sufrió una seria lesión en la cabeza que necesito cirugía, eso es muy difícil para una que a veces quisiera que no anduvieran en la lucha libre pero esta es la vida que ellos eligieron y es lo que les gusta hacer”.
“He llorado de alegría y satisfacción al ver como por ejemplo en La Arena México corean el nombre de Wagner, ver el imán que tiene con las gente, ver a los aficionados muchos de ellos con máscaras de Wagner, eso es increíble es cuando entiendo que lo que están haciendo arriba del ring lo hacen muy bien, soy una mamá muy luchona y deseo que todas las mamás que tengan hijos que quieren ser luchadores si ven que tienen vocación los apoyen para que lleguen a sus metas”.
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