Sobre una superficie de 5.5 hectáreas donadas por el Ayuntamiento de Viesca, la Universidad Autónoma de Coahuila instalará un Centro de Investigación y Jardín Etnobiológico.
Será el lunes cuando inicien los trabajos con el Simposio de Biodiversidad donde se hablará de ecología, manejo y conservación de los ecosistemas del semidesierto de Coahuila.
De manera paralela, se profundizará en investigaciones sobre la vida en Cuatrociénegas, espacio único que resguarda el ADN de la vida a través de los estromatolitos.
El rector Salvador Hernández Vélez, dijo en entrevista para Notivox que la inversión para el Centro de Investigación y Jardín Etnobiológico será de 60 millones de pesos, monto que se aplicará en diferentes etapas con la participación del Conacyt, el gobierno del estado y la casa de estudios.
“Estamos comprometidos con dos regiones donde creemos es importante hacer estudios de investigación, una es Cuatrociénegas porque ahí se quedó cautivada la vida de hace 600 millones de años y hay que estudiar esa biodiversidad, tenemos que ser un centro de investigación y ser la puerta de entrada y también de regreso, de mucha gente que viene de muchas partes del mundo que hacen investigaciones y no nos dejan nada”.
La idea es constituir un Centro de Investigación de la UAdeC en Cuatrociénegas que tenga puertas abiertas con la sociedad, y para ello ya se mantiene un diálogo constante con sus habitantes.
El otro gran tema es el Jardín Etnobiológico en Viesca, que en el pasado fue un oasis y hoy es ejemplo de lo que ocurre cuando el el hombre depreda el ambiente sin que las autoridades impongan un límite.
“Ahora el municipio es un páramo, no hay nada, y la única alternativa que puede tener Viesca que es la que ahora se impulsa, al declararlo Pueblo Mágico se ha reactivado, por ejemplo los sábados y los domingos tú ya ves turismo que van y en ese proceso la Universidad debe contribuir en una línea que dejó establecida un doctorado nacido en Viesca que se llamó Gregorio Martínez Valdés”.
Doctorado en los Estados Unidos en 1963, Gregorio Martínez como ingeniero agrónomo trabajó en el Centro de Investigación de Maíz y Trigo Internacional. Con una idea realmente comunitaria, pugnó por la recuperación de las especies del desierto de Coahuila, y en particular en Viesca.
Así la candelilla, la lechuguilla, el óregano, así como las cactáceas, entrañan un conocimiento que los propios lugareños mantienen activo a través de procesos artesanales. Esto se aprovechará para ofrecer alternativas de solución ante la problemática económica y social que viven los ixtleros, los candelilleros y otros artesanos y campesinos del semidesierto.
“Lo que nosotros estamos planteando es que construyamos en Viesca un Centro de Investigación y un Jardín Etnobiológico del desierto, porque hay jardines en otras partes del país pero son de las zonas tropicales, pero no hay uno del desierto con centro de investigación”.
Hernández Vélez mencionó que esta idea se le planteó al gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís y a la alcalde Nadia Jaramillo, y la última acordó en cabildo la donación de 5.5 hectáreas a la UAdeC para instalar el Centro, en donde estuvo la escuela secundaria, misma que debió ser cambiada al presentarse una fractura del suelo.
“El proyecto que estamos planteando, es de más o menos 60 millones de pesos en los que participa la Universidad, el ayuntamiento de Viesca, el gobierno del estado y sobre todo el Conacyt que acaba de emitir una convocatoria para construir jardines etnobiológicos en todo el país y nosotros ya estamos participando en esa convocatoria y la verdad el tener el proyecto armado nos da más posibilidades”.
Asimismo dijo que se deberá buscar una gran alianza para impulsar el proyecto. Primero con los habitantes de los ejidos Bilbao y Tomás Garrido Canabal, que son considerados áreas naturales protegidas voluntarias que se consideran UMAS (Unidades de Manejo y Aprovechamiento Sustentables) para conseguir el material botánico para hacer los jardines.
“En esta alianza vamos a invitar al Vivero de Peñoles, que tiene especies nativas y también los dos viveros que tiene el gobierno del estado y los que tiene el Ejército. La idea es que participemos todos en este proceso. El terreno que donó el ayuntamiento calculo que vale al menos unos 3 millones de pesos, más lo que pusiera en una primera etapa la universidad y el gobierno del estado sería como de 10 millones de pesos para iniciar los trabajos”.