Los topes o reductores de velocidad en el Distrito Federal incrementan las emisiones contaminantes de los automóviles porque aumentan las partículas suspendidas finas y el ozono hasta 900 por ciento, lo que afecta principalmente a niños y personas con asma.
El estudio, impulsado por el titular de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, René Drucker, resalta el impacto que tienen los topes en la contaminación y en la salud de los capitalinos.
La investigación estuvo a cargo del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), del Instituto Nacional de Cancerología y del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN.
Los resultados arrojan que hasta el momento dichas moléculas, sobre todo las PM10, por lo general se quedan a nivel del suelo, y éstas, al ser inhaladas, pueden generar dificultad para respirar, inflamación pulmonar e hiperactividad bronquial.
Las PM10 son partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, de cemento o polen que se encuentran dispersas en la atmósfera.
El doctor Arón Jazcilevich, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera, revela que las partículas, en especial las PM10, son mayormente producidas por los automotores que van a velocidades altas y bajas, así como por los camiones de carga.
Destacó que los que menos producen tales emisiones son los autos que van a una velocidad promedio de entre 60 y 80 kilómetros por hora.
“Después de un tope, nuestros instrumentos indicaron claramente que la emisión de material particulado se incrementa muchísimo. Los máximos que encontramos de este material es cuando hacemos el arranque, sobre todo en un camión pesado y cargado”, comentó el investigador.
Agregó que en el estudio se comprobó también que en la brecha de tiempo en que el auto baja la velocidad al llegar a un tope y vuelve a acelerar, se incrementan las emisiones de dióxido de carbono hasta 40 por ciento.
En tanto, la doctora Patricia Segura, investigadora del INER, mencionó que el incremento en las emisiones provoca efectos nocivos en la salud y síntomas similares al asma.