Hasta 40 toneladas por hectárea de legumbres se desechan en los campos de siembra de la zona sur de Tamaulipas, debido a que los productos de la canasta básica sufren desperfectos naturales que los hacen perder valor comercial, pese a que se trata de alimentos en buenas condiciones.
Fernando Astaburuaga Pazzi, presidente de Alimentos para la Caridad que forma parte de la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos (AMBA), expresó que dependiendo de las condiciones climatológicas que se registren, el campo deja entre el 10 y 40 por ciento de la producción.
"En el campo está la mayor oportunidad de rescatar alimentos, un huerto siempre tendrá productos que por forma, apariencia o leves lesiones pierden su valor comercial pero conservan todas su propiedades nutricionales. Estamos hablando que cuando las condiciones no son favorables, se desechan hasta 40 toneladas por hectárea".
Dijo que esta cifra rebasa la cantidad de alimentos que pueden manejar mensualmente, que es de 120 toneladas, por lo que mucho de ese producto termina siendo desechado y sin ningún tipo de beneficio.
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El producto que es rescatado, es entregado a las familias de escasos recursos, principalmente en Altamira que es donde existen 40 comunidades, por lo tanto es el municipio que concentra el mayor porcentaje de pobreza alimentaria en el sur de Tamaulipas.
"Entregamos despensas a la gente muy pobre, tenemos todo un procedimiento en 15 puntos de Cuauhtémoc, González y Aldama, principalmente en el sector rural, pero también en la ciudad tenemos 65 puntos de reparto, estamos hablando de Tampico que es zona urbana".
Indicó que es importante contar con oportunidades de trabajo y un buen nivel de educación, pero es posible comprobar que la desintegración familiar y las adicciones pueden ser causas más graves y frecuentes que generan pobreza alimentaria.
"Hay mucho por hacer pero con la participación de todos, del gobierno y la ciudadanía, es posible reducir los índices de pobreza, la máxima expresión de la pobreza extrema".
Asimismo, el representante del Mercado 18 de Marzo en Ciudad Madero, Ramón Gómez Narváez, señaló que desde que reciben la mercancía tienen una pequeña merma, ya que en el proceso de traslado las frutas o verduras sufren daños en los camiones.
"Normalmente de entrada aunque la mercancía vaya llegando tenemos una pequeña merma, que es por el transporte, el manejo del producto, que el tomate se te apachurro, que se les cayó la caja o el traqueteo del vehículo, siempre a la hora de ponerlo a la venta nos sale uno o dos kilos menos".
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Indicó que el producto que todavía se puede rescatar porque tienen defectos en la raíz pero que están en buenas condiciones, normalmente se ofrece a un costo más bajo, pero quienes desean adquirirlos son los trabajadores de taquerías o puestos de comida que los van a procesar para salsas.
Por su parte, Rosa María López, vicepresidenta de la Canirac Zona Norte, expresó que el alimento que se desecha en los restaurantes que se manejan por buff et, es porque la Coepris tiene normas que les impide regalar la comida que se les queda, debido a que pierden calidad en el manejo del mismo.
"Respecto a esa carne, por ejemplo los guisados que quedan que no se venden, la verdad es que Coepris no nos permite que regalemos la comida, porque no se da un buen manejo de alimentos, podemos hacer daños a esa gente por querer ayudarlos; sabemos de que con lo que tiras puedes ayudar a muchísima gente, pero son disposiciones".
JERR