Un grupo de seis estudiantes de la Secundaria del Tec de Monterrey, participarán del 3 al 6 de julio en el Abierto Internacional Asiático de First Lego League. El equipo se llama "Tec-Minator" y van a viajar acompañados por la coach y la directora de la Secundaria.
Esta es una competencia para niños a partir de diez años, con categorías en rangos de edades, en el que Lego y First se unen y promueven la ciencia y tecnología entre los estudiantes, por medio de la construcción de un robot hecho de piezas de lego, informó la maestra de computación y coach del equipo Priscila Velázquez.
"Es un robot funcional que pueda completar misiones. En la categoría en la que van a participar, se les pide también investigar un problema y este año se trató acerca de la basura".
Además del robot que construyen, que tiene que recorrer un tapete de misión en dos y medio minutos, los muchachos trabajan en la construcción de una máquina recicladora de botellas de plástico.
Un punto más a favor, es que se fomentan diversos valores entre los participantes.
"Esto es lo que los ha llevado a ir del regional al nacional y ahora a Sydney", afirma Priscila.
El plus, es que no es la ciencia per se, sino con intención de generar en los alumnos conciencia de sí mismos y sobre el mundo que les rodea. [OBJECT]
También serán entrevistados acerca del trabajo en equipo, la construcción del robot, estrategias y finalmente el tapete. Son tres oportunidades y en la que tengan mejor puntaje, se quedarán.
Los estudiantes que van a Sydney están en segundo y tercero de secundaria. Cabe señalar que este robot no tendrá control remoto, pues será programado para llevar a cabo sus misiones de un sólo tirón.
Entre estas, el rescate de una tortuga en peligro por bolsas de plástico, un compactador de composta y mover el resultado final a un lugar adecuado, acomodar artículos de desecho como chatarra o restos de construcción.
Para el año que entra ya está preparándose otro equipo. Alan, de 15 años, se dijo muy emocionado. "Cada día que despierto, siento que ya va a ser. Me estreso por que hay cosas que no salen bien, pero cuando salen, es emocionante", expresó contento.
Sobre robótica, indicó que solo se le hacía difícil el uso de engranes, pero que lo demás fue pan comido. Afirma que todos en su familia están muy contentos. Sus compañeros también se veían felices.
Lucía y Paola no van a viajar a Sydney, pero comentan que es la primera ocasión quecolaboraan en un equipo de robótica, del que han aprendido el trabajo en equipo, en un giro inesperado.
"Además de robótica, aprendemos a ser mejores personas y hacemos investigación", declaró Lucía.
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