El contingente de unos mil trabajadores se dirige hacia las oficinas del Sindicato Mexicano de Electricistas, ubicadas en la calle de Antonio Caso, lo que provoca problemas para los automovilistas que avanzan sobre Insurgentes con dirección al norte.
Los electricistas se manifestaron frente al Senado y cerraron Reforma como forma de presión para solicitar que les sean devueltos los bienes del sindicato que fueron incautados por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes.
Un representante del Senado recibió de manos de Martín Esparza, su dirigente, un documento donde se exponían las peticiones del SME.