En punto de las 23:00, como todos los años, los representantes de la Iglesia, los del Estado, y el pueblo, le mostraron a la Virgen de Guadalupe la fe, el amor y la adoración que le tienen, esto a través de la oración, la danza, y las tradicionales “Mañanitas”, en el Santuario de la colonia Independencia.
Ante una Basílica repleta de fieles, el arzobispo Rogelio Cabrera López guió el ritual católico, mientras en segunda fila el gobernador Jaime Rodríguez Calderón, junto a su esposa, Adalina Dávalos; el secretario de Gobierno, Manuel González; y la secretaria de Desarrollo social, Luz Natalia Berrún, escucharon atentos la misa, en tanto en tercera fila se situaban Arturo Estrada, secretario de Educación, y Humberto Torres Padilla, secretario de Infraestructura en Nuevo León.
Mientras adentro del templo la fiesta de la fe tenía su ceremonia, afuera, el comercio informal hacía su agosto en diciembre.
Y ese mar de gente sobresalían los puestos de churros, champurrado, los locales con antojitos de todo tipo, sin faltar los tradicionales vendedores de cobertores, y los ambulantes con veladoras, bolsas de caramelos, entre otros.