Revertir los niveles de inseguridad del estado y mejorar el panorama laboral para los tamaulipecos serán los principales retos que enfrentará Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien recibe una entidad que ocupa el primer lugar en extorsión a nivel nacional y segundo lugar en pobreza de la región norte del país.
Desde hace 3 años, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la tasa de secuestro en Tamaulipas es la más alta de todo el país: en el 2014 era de 7.4 secuestros por cada 100 mil habitantes, en el 2015 fue de 6.4 y en el primer trimestre de este año es de casi 1 por cada 100 mil habitantes. Los estados que le siguen en el top 5 a Tamaulipas son Guerrero, Tabasco, Morelos y Veracruz en el 2015.
En extorsión, Tamaulipas actualmente se encuentra en el lugar 23 de las 32 entidades de México, con una tasa de 0.53 delitos por cada 100 mil habitantes. Los años 2012, 2013 y 2014 fueron en los que más se registró la extorsión, pero no llegó a estar entre los primeros 5 a nivel nacional.
Morelos, Quintana Roo, y Jalisco son los estados líderes en los últimos 5 años en extorsión con tasas de 21.4, 15.9 y 10.4 delitos por cada 100 mil habitantes, respectivamente.
En homicidio doloso, Tamaulipas ha brincado desde hace 4 años del lugar 8 a nivel nacional al 12 en 2016, pero nunca ha sido el primero en tasa de homicidio. Los estados que lideran esa lista desde hace 6 años de manera consecutiva son Guerrero, Sinaloa, Morelos y Chihuahua.
En desaparecidos, Tamaulipas es líder. Según el Registro Nacional de Personas Extraviadas y Desaparecidas de la Secretaría de Gobernación. El registro tiene los números totales desde el año 2007 hasta el 2014, en los que el estado lidera en desaparecidos con 5 mil 293 casos; le sigue Estado de México con 2 mil 973, Jalisco con 2 mil 283, Coahuila con mil 413 y Sinaloa con mil 380 desaparecidos.
Informalidad laboral y crecimiento económico
En materia económica, uno de los principales retos del nuevo gobernador del estado será retomar el camino del crecimiento, así como la disminución de la informalidad laboral. Aunque el estado es uno de los que más aportan al crecimiento nacional, su desempeño está por debajo de su potencial.
De acuerdo con los Indicadores Regionales de Actividad Económica de Banamex, en 2015 Tamaulipas habría crecido apenas 1.6 por ciento, cifra por debajo del 2.9 por ciento que registró en 2014 y del 2.5 por ciento que se espera en promedio para el resto del país.
“Por un lado, a la caída del sector primario y minero (incluyendo producción petrolera), se sumó el estancamiento de la industria de la construcción, explicada por la menor obra pública. Por otro lado, el crecimiento de 4.3 por ciento de las manufacturas (enero-noviembre) y de 2.7 por ciento de los servicios (al tercer trimestre) fueron las actividades que lograron más que compensar las caídas de los sectores antes mencionados”, detalla el informe elaborado por analistas miembros del Departamento de Estudios Económicos y Sociopolíticos de Banamex.
La expectativa de crecimiento para el estado al cierre de 2016 es de 2.0 por ciento.
El bajo crecimiento de la economía tamaulipeca se ha traducido en una alta tasa de informalidad laboral.
Cifras de 2014 del Inegi muestran que aunque el porcentaje de ocupación está por arriba del promedio, con el 57.68 por ciento de la Población Económicamente Activa (15 años y más) tiene empleo, la proporción de informalidad laboral también es alta.
El 46.85 por ciento de población total ocupada se encuentra en la informalidad; es decir que se emplean en el servicio doméstico, o no tienen seguridad social, o se ocupan en la agricultura de subsistencia, o bien su trabajo no recibe pago.
Esta condición se refleja en el porcentaje de la población tamaulipeca que se encuentra en pobreza (37.9 por ciento) y pobreza extrema (4.3 por ciento). Si bien a nivel nacional no es el estado con mayores porcentajes en este rubro, en la región norte –integrada por Coahuila, Chihuahua, Durango, Nuevo León y Tamaulipas- ocupa el segundo lugar, sólo después de Durango que registra una tasa de pobreza de 43.5 por ciento y 5.3 por ciento en pobreza extrema.