La bancada perredista en el Senado exigió al gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, que no detenga la candidatura de Benjamín Robles, con quien se comprometió en una reunión privada a respetar los resultados de las encuestas.
Los senadores Armando Ríos y Miguel Barbosa responsabilizaron al mandatario local de generar situaciones de tensión en este proceso de elección, al asentar que “Gabino Cué ya se pasó, está enloquecido por detener a Benjamín Robles, desde acá lo llamamos a asumir una posición de responsabilidad y le digo que si la tensión sube y algo pasa también será responsable”.
Luego de que dirigentes del PRD en Oaxaca suscribieron un desplegado para demandar a los “senadores foráneos” que no intervengan en el proceso interno de Oaxaca, los legisladores revelaron acuerdos entre Benjamín Robles y el gobernador Cué.
A decir de Barbosa Huerta, el gobernador ha decidido cerrarle el paso a Benjamín Robles y se va a desarrollar un Consejo Estatal en donde el Consejo Estatal votará sin referencia a los resultados de la encuesta.
“En una reunión privada que tuvo Benjamín Robles con Gabino Cué, el gobernador aceptó y se comprometió por lo que a él correspondía a respetar los resultados de la encuesta. Pero en la reunión siguiente de Benjamín Robles con José Antonio Estefan, él se negó a que se llevara a cabo cualquier encuesta”, narró.
Al abundar que en una reunión entre Estefan y Robles, el diputado se negó a que se levantara una encuesta evaluatoria, de medición.
No obstante, el PRD va a llevar a cabo una encuesta a pesar de la oposición de José Antonio Estefan, “pero el Consejo Estatal que pretenden realizar, va a ser un Consejo Estatal que no va a asumir los resultados de la encuesta esta última, o de las encuestas anteriores”.
En ese sentido Barbosa Huerta, consideró que la tensión es grande, pues lo que se resuelve no es menor, “y yo llamo al gobernador Gabino Cué a que se comporte con responsabilidad y que no provoque la tensión de la cual puedan surgir hechos lamentables, hechos de violencia”
Al puntualizar que un gobernador tiene que garantizar la equidad en la participación electoral y no asumirse como el dueño en el destino político de los partidos de su estado.