La Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) sofocó con personal antimotines y la presunta participación del Ejército en labores de desarme, una rebelión de elementos policiacos de Cuautla, Morelos, que desde este fin de semana protagonizaron paros de labores que alcanzarán sanciones administrativas, incluso, penales.
Desde este sábado, elementos policiacos, cuya cabecera es la segunda ciudad en importancia en el estado de Morelos, decidieron realizar un nuevo paro de labores debido a las vejaciones e injusticias que aseguran sufrir por parte del coordinador operativo del Mando Único, comandante Ramiro Flores Flores, segundo al mando en la zona.
Los elementos policiacos se concentraron desde primera hora en la sede de la corporación ubicada al norte de la ciudad, donde esperarían la presencia del titular de la CES, Alberto Capella Ibarra; sin embargo, el comandante del Mando Único de Cuautla, Jesús Pérez Abarca intentó dialogar con ellos y devolverlos a las calles, lo cual generó irritación entre los policías que decidieron sacar a ambos jefes a la calle.
Alrededor de mediodía, Alberto Capella arribó a la corporación pero fue antecedido con alrededor de 240 policías antimotines. A este grupo se sumó la presencia del Ejército al exterior del lugar, lo que ahondó la tensión. Durante el dialogo de los policías con Capella fueron expuestas las supuestas vejaciones de las que se sienten víctimas, sin embargo, el jefe policiaco les aseguró que no se trata ni de violar sus derechos laborales ni humanos, sino de incorporar a la corporación a la disciplina.
Capella les aseguró que aquellos que no quisieran regresar a trabajar lo podían hacer, sin embargo, habría sanciones administrativas y hasta penales contra quien lo hiciera, debido a que la condición de policía les impide dejar de cumplir con su servicio en las calles. Agregó que la inconformidad existente por le inminente baja de 53 elementos policiacos sólo derivó de la falta de capacidad de los elementos para pasar los exámenes correspondientes.
Tras varios minutos de diálogo, Capella llamó a los policías y la totalidad accedió a sumarse a las indicaciones.
En entrevista, Capella aseguró que "no hay huevos al gusto" para nadie, por lo que la rebelión sería sofocada con persona policiaco, que también sustituiría las labores de quienes no querían regresar a trabajar.
Reconoció que la inconformidad contra Ramiro Flores Flores, es resultado de las indicaciones que la CES dictó para fortalecer la disciplina en dicha corporación en esta ciudad, que en las últimas fechas se ha significado como uno de los polos de mayor violencia y florecimiento criminal de alto impacto, pero no habrá ningún tipo de negociación porque el "pliego petitorio de ellos (los inconformes), es ridículo".
"Yo le ordené a él que aplicara la disciplina y fuera avanzando un poco más. Estoy convencido que desde que se lo ordené, empezó a aplicar mas dciscilplina y es lo que motivó esta circunstancia (la rebelión). Mañana me reúno con el personal para checar la incidencia delictiva y otras inquietudes que existen como es el tema presupuestal.
Capella aseguró que los 33 mandos de la CES en cada unos de los municipios de Morelos son evaluados cada semana y en esas evaluaciones el comandante Abarca es uno de los que mejor califico resulta.
Finalmente reiteró que los policías regresaron a trabajar porque tienen que hacerlo, no porque hayan logrado acordar algo:: "Aquí no hay acuerdos", destacó Capella quien agregó que la presencia del Ejército en el lugar era para proceder al desarme de los elementos en caso de que continuaran las inconformidades y ausencias en las labores policiacas.
Según la versión del tijuanense aún se desconoce si algún elemento será sancionado más allá de los administrativos, aunque dejó claro que a los casi 300 policías involucrados en el paro les serán descontados dos días: el sábado y el lunes debido a que fueron los días que decidieron parar.