Organismos no gubernamentales esperan que antes de que termine el mes de septiembre, las instancias de gobierno inicien el proceso para la identificación de 751 cadáveres que actualmente saturan las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) en Chilpancingo, Iguala y Acapulco.
José Filiberto Velázquez Florencio, representante del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello de Chilpancingo, y Lamberto Castro Cruz, del Colectivo de Familiares y Amigos de personas Desaparecidas y Asesinadas, acompañaron la jornada del sábado el proceso de reclamación del cadáver del señor Erasmo Eloísa Eloísa, quien fue reportado como desaparecido desde el pasado 2 de mayo.
Al señor Eloísa, testigos refieren que fue privado de la libertad por elementos de la Policía Ministerial del Estado en la cabecera municipal de Zihuatanejo, cerca de su casa.
Aunque la familia presentó una denuncia a tiempo, el reproche que tienen es que las autoridades nunca los respaldaron como debe ser, hasta que los cobijó el Centro de Derechos Humanos Minerva Bello.
La mañana del sábado 15 de septiembre se les indicó que el cadáver había sido identificado a partir de las pruebas de ADN que aportaron varios de sus familiares y se le trasladó al forense de Chilpancingo, pero el cadáver no llegó acompañado de la carpeta de investigación correspondiente.
El cadáver del señor Erasmo Eloísa ahora debe ubicarse entre los 300 que permanecen en las instalaciones del forense de Chilpancingo, lo que puede demorar el proceso de entrega a sus familiares.
De acuerdo con Filiberto Velázquez Florencio, a finales de septiembre las autoridades de Guerrero iniciarán el proceso de identificación de 751 cadáveres no reclamados que saturan las instalaciones del Semefo en tres ciudades, Acapulco, Chilpancingo e Iguala.
Se está a la espera de que un equipo especializado de peritos sea incorporado a la nómina de la Secretaría de Salud.
La meta que se tiene, de acuerdo con los comentarios que han cruzado con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), es que haya por lo menos cien cuerpos identificados por mes.
Si las metas se cumplen, para mayo del 2019 estaría desahogándose de manera importante la cantidad de cuerpos que existen en las instalaciones de la morgue, lo que implica terminar con la incertidumbre de cientos de familias que desconocen el paradero y suerte de sus seres queridos.