Durante años la colonia Parque Hundido ha vivido entre aguas negras, un problema intermitente pero que no se va. Cada tanto y sin avisar, el brote sale por los registros particulares y del alcantarillado, esta no es la única situación, en algunas casas a su vez tienen escasez del líquido.
Blanca Ramírez, cuenta que al menos en su casa aproximadamente cada tres meses el agua residual se asoma a la superficie, lo cual le ha tenido como consecuencia conflictos con los vecinos que se quejan debido a que el brote llega hasta sus casas, además del problema evidente de los malos olores.
“A cada rato estamos a marque y marque (al Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado) y pues no viene tan seguido. Tarda mucho tiempo en venir, ya casi casi cuando ya se salió todo la cosa”, detalló.
Asimismo señaló ausencia del líquido, el cual les hace falta todos los días “y tenemos que estar juntando porque batallamos mucho”. A la entrada de su casa, tiene tres cubetas y una tina con agua hasta el tope, para rendir toda la jornada.
En otro punto de la colonia, en la intersección de la avenida Granada y calle Tuzas, hay una tortillería frente a la cual hay brotes de agua residual de manera consecutiva desde que el negocio se instaló ahí, hace cerca de 15 años según recordó Magda Ortíz, la encargada del establecimiento.
Ella señala que ya se resignaron, pues a tanto tiempo del problema pareciera ser que ya no hay nada que hacer, “cuando empieza a brotar el agua inmediatamente hago el reporte, pero de nada sirve porque el problema ahí se queda”, declaró Magda.
Cuando esto sucede el impacto de ve directamente en las ventas, pocos se animan a acercarse con el mal olor y los charcos de las aguas negras.
Otra aspecto a resaltar son los baches que inundan a la colonia junto con los brotes de aguas negras, en cada esquina, sobre todo en las avenidas más concurridas, por las cuales pasan de manera regular los camiones de ruta.
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