Isabel Miranda de Wallace, activista y presidenta de Alto al Secuestro, llamó a la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México a evitar que Mario Patrón Sánchez, presidente del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, influya en el organismo para ayudar a liberar a Brenda Quevedo Cruz, presunta secuestradora de Hugo Alberto Wallace Miranda.
"Tengo conocimiento de que supuestamente Mario Patrón Sánchez ofreció a la procesada Brenda Quevedo que, utilizando su influencia con la presidenta de la CDHCDMX, Nashely Ramírez, conseguirá que los Protocolos de Estambul que se les practiquen saldrán positivos y ello será la llave para salir de prisión", dijo.
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A través de una carta, Miranda de Wallace hizo un llamado a Nashely Ramírez que no permita que utilicen de manera facciosa y dolosa a la comisión; asimismo, "hago un llamado a la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, fundadora del Centro Pro dirigido por Mario Patrón, a que lo conmine a conducirse con ética y no lleve a cabo tráfico de influencias en una institución que debe ser imparcial en la defensa de derechos humanos".
La activista también pidió a Luis María Aguilar Morales, ministro presidente del Consejo de la Judicatura Federal, para que se agilicen los procesos en los juzgados y tribunales.
Wallace mencionó que "no es posible que no resuelvan de fondo los casos y estén emitiendo resoluciones a capricho de procesados ignorando los derechos de las víctimas del delito".
Recordó que Hugo Alberto fue secuestrado y muerto en cautiverio el 11 de Julio del 2005; desde entonces, han pasado 13 años "que se dicen brevemente pero que en la realidad han sido un infierno, quienes secuestraron y asesinaron cobardemente a mi hijo y el sistema de justicia en México me han mantenido atada a un doloroso proceso, que constantemente me hace recordar los últimos momentos de mi hijo".
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Denunció que se ha tardado tres años únicamente en tratar de que se desahogue una prueba de Protocolo de Estambul para Juana Hilda González Lomelí, sentenciada por el crimen en 2011, y que durante todo este tiempo Hilda nunca denunció tortura, ni en la investigación ni en todo su proceso, sino hasta que Brenda Quevedo llegó a México y se encontraron en el mismo penal.
"Ambas planearon e instrumentaron una estrategia legal para inventar que fueron torturadas, y así tratar de evadir su responsabilidad por el secuestro y muerte de mi hijo, lo cual ya ha quedado probado en cuatro procesos de los otros miembros de la banda quienes ya fueron sentenciados por este delito y las dos personas que siguen pendientes de sentencia son precisamente por instrumentar esta estrategia de alargar el proceso legal para evitar ser sentenciados como sus compañeros", expresó Isabel Miranda.
La estrategia, apuntó, ha sido secundada por organizaciones que se dicen defensoras de derechos humanos, "pero que hemos probado cómo se dedican a defender casos estratégicos para dejar a criminales en libertad argumentando violaciones a derechos humanos para después arrancarle al Estado indemnizaciones millonarias".
jbh