Felipe Azcona es originario del ejido Tacubaya, en San Pedro y al igual que otras personas mayores de la comunidad, se dedica a la producción de carbón, los llamados 'carboneros' o 'chaveteros'.
Felipe y otros carboneros esparcen sus labores diarias a la orilla del ejido por las faldas del Río Nazas, donde recolectan árboles para la leña que produce el carbón.
Menciona que para producir alrededor de 300 kilos de carbón, una sola persona trabaja seis días, ya que primero se corta la leña, luego se quema en los llamados 'chavetes', que son compuestos de lámina y tierra, cuidando que no entre aire y no se haga cenizas.
“Es un trabajo rudo, hay que trabajar mucho para ganarnos por persona alrededor de 2 mil pesos por semana, que se puede decir, es un buen sueldo semanal, pero de ahí hay que pagar algunos insumos y lo demás es para el sustento de nuestras familias”, dijo.
Mencionó que la leña que utilizan, por lo regular es de mezquite, los que cortan no de raíz, aparte,
tratan de cortar donde estos árboles estorban, o si es posible, van a donde les dicen que hay caídos o sacan los troncos que dejan las máquinas cuando desmontan algún terreno, se las ingenian para no destruir la flora del municipio.Dijo que un 'chavete' por lo regular produce media tonelada de carbón, que venden a 4.50 pesos por kilo, lo que consideró, es una buen ganancia, aunque hay veces que la naturaleza no los deja trabajar o simplemente no sacan buena producción, así que en ocasiones les va bien y también de repente no obtienen buenas utilidades.
“Es un trabajo o se le puede llamar oficio, que requiere de conocer bien el proceso para producir el carbón, de lo contrario, el producto sale de mala calidad y no lo podemos vender a buen precio, o simplemente no lo vendemos, viéndonos en la necesidad de malbaratar entre los compradores locales”, mencionó.
Por último, dijo que ellos trabajan en esto porque ya son mayores y no los contratan en alguna empresa por su edad, hay carboneros jóvenes, que también laboran en el monte, por el simple hecho de no tener fuentes de empleo en el municipio, así que tienen que tostar su piel con el intenso sol, para poder llevar a través de la producción de carbón, el sustento a sus hogares.