“Se podrá caer Bruno, pero la cámara, jamás”, fue, es y será el lema de una leyenda viviente de la lente.
Bruno Sánchez Ávila, fotógrafo sampetrino nacido en el ejido San Rafael de Abajo, municipio de San Pedro, Coahuila, en mayo de 1933, a sus 86 años de edad, se sigue emocionando cuando hablan de su trayectoria como fotógrafo.
Por más de 50 años, Bruno capturó la historia, además de que fue fundador del Sindicato de Fotógrafos de San Pedro, en la década de los 60's y del periódico local 'La Voz'.
Se desempeñó como fotógrafo, reportero y periodista, hasta que en los años 70's, trabajó en el Siglo de Torreón, para posteriormente estar en el llamado entonces, periódico La Opinión.
También fue fundó el periódico el Sol de la Laguna y aunque lo invitaron a trabajar en otras ciudades, siempre dijo que a San Pedro no lo dejaba, mucho menos a su familia.
Otro de sus logros, fue ser fotógrafo oficial de la Presidencia Municipal en la administración de Rafael Guerrero Romo.
Bruno se lanzaba con todo para obtener la mejor imagen, fue sagaz, nuca miraba el peligro, cuando se trataba de capturar una buena fotografía su cámara era su fiel compañera.
Cubrió con su lente, la avenida del Rio Nazas en el 68, estuvo en el Puerto de Ventanillas, donde se refugiaban los sampetrinos, y ahí capturó sonrisas, rostros de temor y la gran unión que mostraba la gente ante esta contingencia.
Otra de sus coberturas donde requirió valor, fue la marcha que hicieron los campesinos del municipio a la ciudad de México, cuando estaba de presidente Luis Echeverría.
En esa ocasión marcharon "a pie", o en camión, exigiendo un mejor precio para el algodón y Bruno mandaba la información a los medios, pero asegura que capturó el sufrimiento de los campesinos, quienes dijo "llegaron a México con los zapatos deshechos y sus pies sangrados".
El fotógrafo de San Pedro, fue reconocido hace días como ciudadano distinguido, por parte del Ayuntamiento que preside la doctora Patricia Grado Falcón, hecho que lo hizo emocionarse y llorar al ver su semblanza, dando un ejemplo de que cuando hay pasión en lo que haces, siempre habrá una recompensa, y la suya es, ser parte de la historia de San Pedro, Coahuila.