En Oaxaca, las marchas que convocó el Frente Nacional por la Familia, encabezada por líderes religiosos se encararon con activistas del movimiento de la comunidad LGBTTTI, durante sus jornadas de movilizaciones en la capital del estado.
Las marcha de los grupos conservadores causó la irritación de los activistas de la diversidad sexual al portar mantas y pancartas en contra del matrimonio gay.
Ambos grupos habían previsto realizar manifestaciones por rumbos distintos, sin embargo, los contingentes partieron del mismo punto a la misma hora lo que generó un intercambio de insultos.
Las marchas
La marcha convocada por el Frente Nacional por la Familia partió de la llamada "Cruz de Piedra" en la calle de Macedonio Alcalá, avanzando por el corredor turístico, hasta la zona del centro histórico donde se disperso.
En el contingente participaron poco más de 250 activistas, la mayor parte de ellos ataviados con ropa blanca y globos del mismo color.
El representante de Frente Nacional por la Familia en Oaxaca, Guillermo Huerta, dijo que más que una marcha de protesta fue una calenda popular para exigir al poder legislativo que haga valer la iniciativa ciudadana amparada por más de 250 mil firmas para elevar a rango constitucional a través del artículo cuarto la familia como base de la sociedad.
Otro reclamos versaron respecto al tema de los derechos a educar a los hijos libremente por cada familia y la no a la imposición de la ideología de género en la educación de los niños.
En tanto, Humberto Ramírez pastor de la iglesia Apostólica en Cristo Jesús, cuestionó las uniones entre personas del mismo sexo, porque se trata de alteraciones psicológicas.
"No digamos que estas uniones son del diablo, pero son contra natura y son parte de una desviación psicológica que no debe ser legalizada".
El roce
Al avanzar el contingente por atrio del templo de Santo Domingo de Guzmán, los activistas religiosos y conservadores se encararon con una manifestación del movimiento de la comunidad LGBTTTI que con una bandera de la diversidad exigía al presidente Enrique Peña Nieto la legalización de las uniones matrimoniales entre personas del mismo sexo, además de cesar el hostigamiento y el linchamiento con activistas de la diversidad sexual, exigiendo justicias y castigo por los asesinatos de odio y las acciones de discriminación de la iglesia contra ese sector.
Recriminó que se trata de ocultar y reprimir las expresiones diferentes a las de las organizaciones religiosas y el clero.
"Estamos a favor a las familias de todo tipo, exigimos al estado mexicano que respete su conformación no importando su género".
Argumentaron que defenderán con la ley el estado laico y el derecho la diversidad sexual de las personas. Y no permitirán que se revoque los resolutivos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCNJ).
