De acuerdo con vecinos de la comunidad de El Ramillete, que por seguridad omitieron sus nombres, el poblado es tranquilo, pero ya comienzan a llegar jóvenes de otros poblados aledaños para reunirse en determinados puntos, lo que sería necesario prevenir.
“No son jóvenes de aquí, ya de repente vemos a jóvenes de otros lugares, que comienzan con sus reuniones”, dijo una de las habitantes.
En la comunidad La Esmeralda, más próxima a la carretera León- Manuel Doblado y a la mancha urbana, las pintas en locales comerciales con la leyenda “Chicos 13” ya se pueden observar, mediante un breve recorrido por el acceso al poblado.
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Según un vecino, ya comienzan a proliferar los grupos, derivado de dos familias, cuyos integrantes “se juntan y empiezan hacer bola con gente de otros lados”, precisó.
Refirió que de esta manera, el problema se ha extendido a las comunidades más aledañas, como Los Arcos, donde también empieza la formación de las pandillas, jóvenes que hasta el momento se reúnen para drogarse.
“Sí se reúnen, anda un grupo como de diez jóvenes, son gente de colonias que se están viniendo a rentar y se juntan con los de aquí. He estado en comunicación con Policía, sí hay respuesta, pero tememos que con el paso del tiempo se vaya agrandando más el problema”, destacó una vecina de esta comunidad, quién aseguró que esta pandilla ha estado formándose a lo largo de los últimos seis años.
Destacó que los grupos de jóvenes llegan de Santa Anita y los principales enfrentamientos generalmente se dan con otros del poblado Los Tepetates. M