El alcalde de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena consideró que por el asedio que padecen por parte del crimen organizado, muchos de sus homólogos y sus familias necesitan de medidas especiales de seguridad, porque al no ceder a la presión se convierten en incómodos.
En la conferencia de prensa que ofrece cada martes, Leyva Mena sostuvo que los presidentes municipales desempeñan su trabajo en un contexto de riesgo permanente.
"Como nunca antes, los presidentes municipales se han convertido en personajes de riesgo para la vida política", indicó.
La causa de su aseveración, es que los grupos delictivos convierten a los municipios en territorios para sus transacciones, de tal suerte que en muchas ocasiones las autoridades inmediatas les estorban.
Explicó que si en algún momento hay alcaldes que establecieron acuerdos con organizaciones criminales, al asumir el cargo se dan cuenta que cumplir no es tan sencillo.
Pero agregó: "También hay autoridades municipales que nos oponemos a esas situaciones y en consecuencia somos incómodos para ese tipo de agrupaciones criminales".
En consecuencia, dijo que la situación de riesgo que enfrentan los jefes de cabildo, debe conllevar necesariamente un resguardo extraordinario en el cuidado de su persona.
En su caso particular, destacó que hay tres elementos asignados para su resguardo y tres más para sus familias.
La seguridad que los presidentes municipales se procuren, dijo que en algún momento puede llegar a considerarse insuficiente, porque el personal que se les asigna en muchas ocasiones no está acostumbrado al nivel de fuego que pueden utilizar los delincuentes.
No descartó la posibilidad de que en los comicios concurrentes de 2018, los grupos delictivos traten de jugar un papel más relevante en la definición de candidatos a diferentes cargos de elección popular.
MMR