Los dictámenes de los ingenieros de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) determinaron que el casco de la ex hacienda de Santa Ana del siglo XVI o XVII, como otros dos edificios de la institución, deben ser demolidos debido a los graves daños estructurales que tuvieron después del sismo del 19 de septiembre, lamentó el rector Alfredo Barrera Baca.
La antigua construcción es parte de la historia del cacicazgo en Tenancingo, donde también habitaron personajes que participaron en sucesos de relevancia en el país, por lo cual es desafortunado que deba derribarse, señaló.
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"Vamos a demoler por lo menos tres edificios, en uno de ellos necesitamos la opinión del INAH. El dictamen considera inviable la reconstrucción o rehabilitación del casco, desafortunadamente, de la hacienda de Santa Ana".
Las afectaciones horizontales y verticales son cuantiosas y será muy difícil que puedan conseguir rehabilitarlo a pesar de ser un edificio histórico. Asimismo tendrán que demoler otros dos inmuebles ubicados en el Centro Universitario y plantel Pablo González Casanova.
El estudio podría tardar debido a que, por ahora, el INAH está trabajando con la Secretaría de Cultura en la valoración de espacios religiosos y artísticos de corte histórico. Están a la espera de comenzar las labores de remodelación y en este momento están suspendidas las actividades en los dos torreones del casco.
En el lugar, utilizado para actos administrativos, había cubículos de profesores y un par de salas de cómputo en la planta baja, razón por la que no hubo necesidad de reubicar a universitarios.
Fue vendida al gobierno estatal y posteriormente cedida a la UAEM para conformar el Centro Universitario Tenancingo.
MMCF
