En medio del resguardo que le ofreció la policía estatal habilitada con equipo antimonio, la magistrada Lambertina Galeana, quien permaneció por seis horas encerrada en las instalaciones del antiguo Tribunal Superior de Justicia (TSJ), abandonó el inmueble alrededor de las 20:05 horas a bordo de una camioneta blanca.
Antes de las 20:00 horas, el secretario de Gobierno consiguió la instalación de una mesa de diálogo fuera del edificio, lo que implicaba permitir que la presidenta y sus compañeros abandonaran el inmueble.
Los trabajadores accedieron, con la advertencia de que se quedarían en posesión del edificio para garantizar la liberación de los salarios.