Sara Mónica Medina, coordinadora General de Servicios Periciales de la PGR, dijo que de acuerdo al resultado de la Universidad de Innsbruck el ADN encontrado pertenece de manera moderada a Jhosivani Guerrero de la Cruz.
“De acuerdo al resultado que nos dan es moderadamente por la vía materna el resultado positivo de Jhosivani Guerrero de la Cruz por la vía materna, además de que estamos trabajando con un grupo cerrado con los familiares que entregaron la información”, dijo en entrevista con Manuel Feregrino, para Grupo Fórmula.
Agregó que la Procuraduría General de la República lo está manejando como un indicio que tendrá que ser valorado en su momento.
“Tenemos el indicio de que este grupo cerrado nos pertenece o nos dio resultado positivo contra la mamá de este muchacho (Jhosivani Guerrero de la Cruz). En el caso dado de Innsbruck es que ya tienen datos cercanos a”.
La funcionaria federal indició que la universidad les dio el resultado el 15 de septiembre de las pruebas que fueron enviadas desde noviembre del año pasado.
“Primero se hicieron las pruebas con el ADN nuclear, que fue el que nos reportaron del dictamen de diciembre. Posteriormente se manejó el ADN mitocondrial. El ADN es una cadena muy larga y nosotros regularmente manejamos ciertos tramos. Lo que sucede en las muestras muy degradadas como en estos casos estos tramos se cortan en fragmentos muy pequeños. Por eso no dio resultado positivo en un principio, por ello se hizo una nueva técnica que fue la que dio el resultado moderado”.
Ayer, la procuradora general de la República, Arely Gómez González, informó que la Universidad de Medicina de Innsbruck, en Austria, identificó entre las víctimas del basurero del municipio de Cocula los restos de Jhosivani Guerrero de la Cruz y reconfirmó la muerte de Alexander Mora Venancio, dos de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre del año pasado.
Gómez anunció la conformación de un equipo de trabajo, al que se podrán sumar el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) “para que uno a uno” sean revisados y evaluados más de 63 mil fragmentos óseos que fueron recolectados del río San Juan y del tiradero de Cocula, Guerrero.
El propósito es “localizar nuevos fragmentos viables” para la identificación por cualquier método de más víctimas; los restos serían enviados en una nueva solicitud a la Universidad de Innsbruck. “La ciencia ha jugado un papel fundamental para determinar con exactitud los hechos que acontecieron” el 26 y 27 de septiembre de 2014, señaló la procuradora.