A seis días del 2 de noviembre, cuando se recuerda a los fieles difuntos, la venta de todo tipo de arreglos florales inició con buenas ventas.
Alrededor de 20 floristas "invadieron" banquetas de las calles Ruperto Martínez, Aramberri y Guerrero, que circundan el Mercado Juárez, en el centro de Monterrey.
¿Y por qué se instalaron aquí si los panteones están lejos?, preguntamos, y la respuesta fue que de esa manera les facilitan a sus clientes la adquisición de los arreglos para llevarlos a las tumbas de sus familiares.
"Mire patrón... ¿usted es periodista o inspector?... pues pregunta como si viniera a desalojarnos, como lo hacen las autoridades", así me recibió una señora.
Mario Pedraza, quien conducía el automóvil en el que me trasladé al lugar, se dio cuenta de que a otro florista tampoco le agradó nuestra presencia.
Otra florista joven, que sigue los pasos de sus padres, nos informó que las flores que más se venden son Gladiolas y Claveles, así como también los Nardos.
Por otra parte, en Venustiano Carranza, de Cinco de Mayo a Aramberri, frente al panteón de Dolores, en el centro de la ciudad, también tuvieron muy buenas ventas.
Además, no faltaron los ambulantes que venden todo tipo de comestibles: enchiladas, flautas, hamburguesas, tortas, y por supuesto, los famosos churros.
Este tipo de puesteros se incrementarán pasando las celebraciones por los 50 años de la iglesia de San Judas Tadeo, los cuales se trasladarán a los alrededores de los panteones.