A pesar de tener al menos dos meses en funcionamiento, el nuevo sistema de prepago en la Línea 1 del Tren Ligero, continúa siendo una traba para los usuarios de la misma, quienes aún no se acostumbran a que los torniquetes no reciban monedas, y se confunden al momento de pagar, provocando caos y retrasos para ingresar a algunas de las estaciones de este sistema de transporte.
“Los tiempos se han duplicado, si bien no es mucho y antes entrabas en 15 segundos, ahora entras en 30, 40 segundos. Los tiempos para el tren ya son mayores, se me han ido muchos trenes por eso, porque ya llegas y o están recargando tarjeta o comprando el univiaje, pues ya hay fila ahí”, señaló Felipe, usuario frecuente del sistema de transporte, y quien ha visto la evolución y aceptación del nuevo sistema en la estación Santuario Mártires de Cristo Rey, al sur de la ciudad.
Los principales inconvenientes en torno a este nuevo método de pago es que los nuevos usuarios no saben cómo usar las máquinas, y se confunden, que cuando compran el univiaje hay veces que no traen los siete pesos exactos (las máquinas no dan cambio) y se ponen a buscar quién les cambie las monedas, así como que tampoco saben dónde insertar el código QR en los torniquetes, además de que no todos reciben el QR como sistema de pago, por lo que algunos se confunden de máquina y tienen que volver a formarse en la que sí lee el código.
“Antes llegabas con tus siete pesos a la máquina, los metías al torniquete y vámonos, y ahora no, ahora tienes que llegar a la máquina, sacar tu QR y esperar a que esté libre el torniquete que lee el QR, entonces quieras o no si se hace tiempo de más”, detalla Felipe, quien ha optado por recargar su tarjeta con más dinero para no perder tiempo de más en las máquinas de recarga y expedición de códigos e irse directo a los torniquetes, aun así, en horas pico, se le hace tarde, pues reina el caos.
Por su parte, Diego, otro usuario que casi todos los días llega a la estación Periférico Norte, denuncia la misma confusión. Allí generalmente hay dos filas, una para recargar tarjeta y otra para sacar su univiaje, sin embargo, como no todos los usuarios saben utilizar las máquinas, los tiempos se retasan.
“Es un conflicto, la (máquina) del univiaje hace las filas más lentas”, cuenta. La estación de Periférico Norte fue la primera de la Línea 1 en implementar este sistema de prepago, en septiembre del año pasado, y al principio había auxiliares del Sistema de Tren Eléctrico y Urbano (Siteur), apoyando a los usuarios, ahora nadie apoya a los usuarios en la compra de su código QR.
Si bien hay guardias y vigilantes que conocen cómo funciona el nuevo sistema, son pocos los que se toman el tiempo de explicar, sobre todo en hora pico. “Los policías nada más se le quedan viendo a la gente”, lamenta Diego; “nada más hacen señas, no hablan, sí da coraje”, agrega Martha, otra usuaria del tren.
MC