Antonio Perianza Savala mató al jaguar utilizando un arma de fuego debido a que acechaba a los becerros en su propiedad, situada en el ejido Ignacio Ramírez, municipio de Tonalá.
El jaguar fue cazado el pasado domingo en el terreno propiedad de Perianza, luego de varios días de merodear por la zona, escapando en diversas ocasiones al percatarse de la presencia humana.
Ante el temor de que más ejemplares pudieran descender de la serranía a la zona habitada por los ganaderos, Perianza advirtió que no permitirán que los semovientes, principalmente los recién nacidos, sean atacados, por lo que ya se están organizando para tomar medias al respecto.
Por su parte, Jorge Constantino Kanter, delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, mencionó que la mañana de este martes se efectuó una junta con la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales del gobierno de Chiapas para iniciar las investigaciones correspondientes a la muerte del jaguar.
Explicó que se visitará el lugar de los hechos, donde se verificará la certeza del acto. Una vez reunidos los elementos se procederá hasta las últimas consecuencias contra quien o quienes resulten responsables.
La muerte del jaguar fue considerada por el funcionario federal como grave, debido a que es una especie en peligro de extinción y protegida por las leyes correspondientes. Agregó que debido a su situación y por ser un animal de gran extensión territorial (más de 200 kilómetros) no puede haber muchos en la zona, por lo que la muerte de un solo ejemplar daña el equilibro ecológico.
