El Coliseo Centenario de pintará de azul a partir de este martes. El coso taurino se une a la campaña nacional de sensibilización del autismo y es por eso que cada noche hasta el último día de abril, se iluminará de azul.
Hace pocos días el propietario del Coliseo Centenario, el matador de toros en retiro, Arturo Gilio Handam, le quitó el polvo a su capote y muleta para participar en una corrida de toros en beneficio de una asociación que ayuda a niños con autismo.
Luego de la corrida, se ofrecieron artículos taurinos de todas las figuras nacionales e internacionales de la tauromaquia en una subasta en pro de apoyar a esa organización.
El autismo es una condición que se estima que tiene una prevalencia en 1 de cada 175 niños en todo el mundo, sin tener cifras concretas. En México, hasta la fecha no se tienen estudios publicados. Esta condición afecta en mayor o menor medida la comunicación, la interacción social, la conducta y la integración sensorial de las personas.
Se desconocen sus causas, aunque hay estudios que indican la existencia de un factor genético asociado a un componente ambiental. El autismo no tiene cura, dado que no es una enfermedad, es una condición de vida. Sin embargo con tratamiento terapéutico personalizado, quienes lo manifiestan logran mejorar su calidad de vida.
Las personas con autismo no viven en su mundo, viven en el nuestro y eso nos obliga a nosotros a verlo de manera diferente.
Es por esto que el Coliseo Centenario se une a esta gran campaña a nivel mundial para dar a conocer esta condición de vida y que como ciudadanos hagamos conciencia y apoyemos a estos niños que la padecen.
Así lo demostró el Director General de Coliseo Centenario, el matador de toros Arturo Gilio participando en el festival taurino "El Toreo se Viste de Azul" el cual fue de manera gratuita y resulto un gran éxito.
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