Desde hace seis años el Club Campestre de Gómez Palacio, comenzó con una crisis de abastecimiento de agua, lo que hoy en día ha provocado que el 75 por ciento de las áreas verdes comiencen a morir y afectar uno de los principales pulmones de oxígeno en la ciudad.
Actualmente solo 200 socios son los que intentan mantener con vida el Club Campestre, el cual este 2020 cumplió 86 años de su creación.
Ricardo Rojas Benítez, encargado del campo de golf, detalló que cerca de 75 por ciento del pasto y áreas verdes han dejado de lucir reverdecidos.
A pesar que desde hace seis años, el gobierno del estado de Durango, durante la gestión de Jorge Herrera, comenzó con el proyecto de la construcción de una planta tratadora donde a finales del 2019 quedó a cargo de Sideapa, comenzó en operación y trabaja al 24 por ciento de su capacidad.
Durante el recorrido a simple vista se puede notar que algunos green del campo de golf intentan subsistir con la poca agua que llega.
Con la sequía que comienza a invadir el espacio, algunas especies silvestres ha dejado de brindar un ambiente de naturaleza, que durante su bonanza acarreaba a los socios.
El encargado del Club Campestre, agregó que otro duro golpe que llegó afectar fue la pandemia de covid-19, donde son solo pocas las personas que acuden a utilizar las áreas de recreación.
Ahora interesados por que este pulmón de oxígeno persista, solicitan la colaboración de empresas de la región que doten de agua tratada para mantener el Club Campestre de Gómez Palacio.