La Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, que data de 2010, es insuficiente e inapropiada para el crecimiento y realidad de la Ciudad de México, por lo que es necesario cambiarla para sustentar las políticas y estrategias necesarias para la transformación del DF, consideró Felipe de Jesús Gutiérrez, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda.
Durante su comparecencia ante el pleno de la Asamblea Legislativa, solicitó a los legisladores apoyar los cambios que se presentarán y que contarán con la participación de vecinos para mejorar las normas vigentes, incluido el Programa General de Desarrollo Urbano.
“Tenemos qué definir el futuro de nuestra ciudad con un método que inicia de abajo para arriba, en el que todos los ciudadanos aportaremos nuestros saberes sobre la ciudad, ejercicio en el que todos somos urbanistas en este empeño comunitario por el futuro de nuestra ciudad”, expuso.
“Hoy la planeación urbana de la ciudad tiene como soporte jurídico la Ley de Desarrollo Urbano reformada en el 2010 y que es claramente insuficiente e inapropiada, dijo Felipe de Jesús Gutiérrez.
"La secretaría pretende trabajar de forma coordinada con la ALDF en la formulación de una nueva Ley de Desarrollo Urbano y del Ordenamiento Territorial, que contemple de manera integral el territorio urbano y ambiental”.
Añadió que desde 2003, el crecimiento del Distrito Federal siguió un modelo horizontal y expansivo, donde el patrón de ocupación del suelo se orientó hacia las zonas con valor ambiental, con altos costos.
Por ello consideró impostergable revertir esa situación y hacer un uso más eficiente del suelo, con una ocupación más intensa y diversificada en el territorio hacia la habitabilidad de la ciudad.
Enfatizó en que el Programa General de Desarrollo del Distrito Federal (PGDDF) 2013-2018, establece los objetivos, metas y líneas de acción que servirán de base para la definición e implementación de las políticas públicas de la Ciudad de México.
Cifras de la Seduvi indican que el modelo de crecimiento urbano horizontal y expansivo impulsado provocó que 100 mil personas fueran desplazadas anualmente a 89 municipios conurbados del Estado de México e Hidalgo, y que otras 250 mil vivan en asentamientos marginales en suelo urbano y natural.
Esas políticas se agudizaron a partir de las políticas establecidas en el Programa General de Desarrollo Urbano aprobado en diciembre de 2003, en el que se establece que el crecimiento se oriente de forma exclusiva a la llamada ciudad central, con lo que se elevó la especulación y el costo del suelo hasta en 500 por ciento.
El coordinador del grupo parlamentario del PRD, Leonel Luna, indicó que los diputados trabajarán para hacer una nueva legislación que destierre las violaciones al uso de suelo y los programas parciales de desarrollo urbano.
Anunció que se impulsará la creación de la figura de inmuebles de aprovechamiento social, para que cuando se aplique la extinción de domino se conviertan en un espacio de utilidad pública.
Luna dijo también que buscan que la nueva Ley de Desarrollo Urbano sea compatible con las necesidades actuales y con la Ley de Movilidad, con privilegio al ser humano por encima del interés comercial y económico.
Los programas de Desarrollo Urbano más antiguos son el de Cuajimalpa, que es de 1997, y de ahí siguen los de Benito Juárez, Venustiano Carranza, Xochimilco y Magdalena Contreras.