Ante la presencia de cientos de personas se llevó a cabo el tradicional Viacrucis en el Barrio más antiguo de la ciudad curtidora, es decir en la colonia Obregón, mejor conocido como Barrio Arriba. Aquí, esta tradición cumplirá 100 años el próximo año.
“Yo vivía aquí por San Antonio, y de allí veníamos para acá cuando era niña, ahora tenía ganas de venir aunque ya no puedo caminar, pero por eso vine” Recordó María Magdalena de 65 años con nostalgia quien también dijo que sus padres y sus abuelos acudían a presenciar las tres caídas cada año. “Ahora lo hacen en persona viviente y antes no, cuando yo venía antes sacaba la imagen, ahora no, todo ha cambiado porque todo es viviente y colaboran muchas personas.”
Mientras que doña Magda sigue su camino, Juan Carlos Ornelas, quien habita en este barrio de más de 400 años de antigüedad, expresó lo importante que es para él y su gente esta representación.
“La tradición nunca se va a perder. Y cada año que está pasando hay que mejorar más esto porque es lo máximo para nosotros. Es algo que tenemos que meditar para estar bien y terminar estos problemas que hay en la actualidad” Puntualizó el hombre, quien, como muchos de los asistentes depositan sus esperanzas en presenciar un viacrucis para que todos los problemas que los rodean se esfumen.
El recorrido dio inicio a la 10:00 am en el Calvario ubicado en lo alto de un monte, donde Cristo fue llevado ante Poncio Pilato y comenzó su suplicio al ser sentenciado a muerte. Posteriormente, fue coronado con las espinas y jaloneado por los soldados para recibir la cruz que cargaría hasta regresar al Calvario, lugar donde finalizó la representación.
La cruz le fue entregada en la calle del mismo calvario, donde, con resignación, Cristo la levantó y caminó por las calles Ébano, 16 de septiembre, Ciprés, África, insurgente, purísima, Allende y 27 de Septiembre para regresar al Calvario, donde expiró junto a Dimas, conocido como el ladrón bueno, y Gestas, el ladrón malo.