A sólo cien metros del ingreso principal de la Secretaría de Movilidad (Semov), un grupo de hombres se encuentran diariamente sobre la banqueta y jardines del cruce de avenida Circunvalación y Alcalde. Ellos se ofrecen como gestores para facilitar trámites en la dependencia a cambio de una recompensa para ellos y los funcionarios que participan en dichas actividades, lo cual es considerado un acto de corrupción.
Recargados en el cancel o cercanos a los arboles, ofrecen sus servicios a las personas que caminan por la banqueta. Sin embargo, cuando aparece un oficial a supervisar el lugar, se alejan algunos metros de ahí; al retirarse la autoridad, regresan para trabajar con total tranquilidad y ofrecer sus servicios a los ciudadanos interesados en comenzar o concluir un trámite.
“Camarada, ¿Qué anda tramitando?” -pregunta uno de ellos-, la persona abordada le responde que quiere tramitar la licencia de conducir y agrega que acude con ellos para asegurar se le otorgue el documento. Para empezar, le describen el negocio: Cobran de 2,300 a 2,500 pesos para expedir la licencia, esto sin realizar ninguno de los exámenes.
“Yo lo paso para que ni siquiera haga cola. Usted nomás pasaría a que le tomaran la foto, no se forma, le toman su foto, paga y sale rápido, ni examen ni nada, ni de manejo, ni de la vista. Todo está arreglado”, cuenta uno de ellos.
La otra opción es pagar 1,200 pesos: “Tienes que entrar a presentarte. Te pasas y haces como que los haces (los exámenes), es taparle el ojo al macho, pero de todos modos te lo firman porque pasas los datos y vas recomendado. Ya saben (los funcionarios) quién eres y todo”, detalla uno de ellos.
Notivox JALISCO hizo un ejercicio para conocer cómo es que operan los mencionados coyotes. Éste consistió en solicitar su apoyo para obtener una licencia para automovilista. Luego de explicar los costos, se eligió obtener el paquete de 1,200 pesos.
Al cerrar el trato, el hombre dio una pequeña explicación sobre las preguntas del examen de conocimiento, incluso dio algunos tips pasar el examen de manejo. Posteriormente, compartió las contraseñas a la persona que iba a realizar sus evaluaciones para que los funcionarios lo identificaran y lo pudieran ayudar.
Para el examen de conocimiento, detalló que “con la contraseña que te voy a dar le vas a decir a la persona, ‘oiga señorita ¿me puede actualizar el sistema?’ Y como ya sabes manejar la computadora, te puede abrir el sistema, ese es el paro”.
“En el examen de manejo lo que vas a hacer, cuando te falten tres, cuatro personas, para que llegue y te toque tu lugar, vas a agarrar tu carpeta aquí (entre el costado del tórax y el brazo) y te vas a cruzar los brazos como si nada, distraída, así, pero también viendo cómo le están haciendo los demás”. Así los evaluadores identifican que la persona es “recomendada”.
Después de dar las indicaciones, el coyote habló supuestamente con un funcionario. Primero le preguntó sobre cómo iba el proceso de otras personas, luego le explicó que una joven quería sacar su licencia, pasó el nombre, dio su características de ropa y le pidió que le comentara a una tal “Claudia” que “le echara la mano”.
El gestor pidió un adelanto de 200 pesos y una identificación para garantizar que la ciudadana regresara a pagar el restante. Al entrar, entregó la documentación y le tomaron las fotos para continuar con el examen de conocimiento. A la mujer la identificaron con el nombre y las características que había pasado anteriormente el coyote.
“Me senté ahí y ya hice el examen rápido (…) total que a mí nomás me ve, agarra mi hoja y pone su firma, un sello y me dice pasa a la que sigue”, contó la joven.
Para pasar esta prueba, es necesario obtener una calificación mayor a los 80 puntos en un rango de 100. La joven que participó en el ejercicio obtuvo una evaluación de 60; el funcionario no revisó su resultado en el sistema y la envió al siguiente módulo: El de manejo.
Después de pasar la contraseña, “hice la prueba y ni siquiera me volteaban a ver, yo di el circuito normal. A la hora de estacionarme me acerqué mucho a la banqueta, entonces me dicen vuélvete a subir y vuélvelo a hacer y a otras chavas que había antes de mí, cuando se iban hacia la banqueta, les decían ‘así déjalo y vete’ y a mí me permitieron que lo volviera a hacer”.
Al concluir los exámenes, los funcionarios de la Secretaría de Movilidad firman los documentos y proceden al pago de la licencia de automovilista, que cuesta 524 pesos, para luego afuera entregarla. Para terminar el trato con el coyote se tuvo que pagar el restante de lo acordado a las afueras de la secretaría.
Ley para los servidores públicos de Jalisco
Obligaciones de los servidores públicos
XXI. Excusarse de intervenir en cualquier forma en la atención, tramitación o resolución de asuntos en los que tenga interés personal, familiar o de negocios incluyendo aquellos de los que pueda resultar algún beneficio para él, su cónyuge o pariente consanguíneo hasta el cuarto grado, por afinidad o civiles, o para terceros con los que tenga relaciones profesionales, laborales o de negocios, o para socios o sociedades de las que el servidor público o las personas antes referidas formen o hayan formado parte
XXII. Abstenerse, durante el ejercicio de sus funciones de solicitar, aceptar o recibir por interpósita persona, dinero, objetos o servicios