La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al gobernador del Guerrero, Héctor Antonio Astudillo Flores, tras la riña en la que murieron 28 internos y 22 más resultaron lesionados en el Centro Regional de Reinserción Social (CERERESO) de Acapulco.
En la recomendación 69/2017, la CNDH solicita al mandatario tomar medidas conducentes para que, en un plazo razonable, se diseñe un programa integral con estrategias y acciones que permitan consolidar un sistema penitenciario respetuoso de los derechos humanos.
TE RECOMENDAMOS: Traslado de ocho reos desata motín en penal de Acapulco
Asimismo, recomendó instruir, en términos de la Ley de Víctimas del Estado de Guerrero, atención psicológica a los familiares de los internos fallecidos y a los lesionados.
La comisión instó a las autoridades penitenciarias y sus corresponsables a que tomen en cuenta las observaciones en los Diagnósticos Nacionales de Supervisión Penitenciaria y en la Recomendación del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, y formulen una política pública integral.
La CNDH declaró que estos hechos violentos evidenciaron las anomalías e irregulares condiciones que imperan en ese centro penitenciario: sobrepoblación, hacinamiento, autogobierno e inadecuada clasificación; así como insuficiencia de personal, que impide privilegiar y resguardar el orden y tranquilidad e imposibilita el pleno respeto de los derechos humanos para la reinserción social efectiva de los internos.
En la investigación realizada por la CNDH se observó la falta de control de las autoridades, existencia de privilegios y cobros por servicios, lo cual genera un ambiente propicio para la proliferación de actos violentos y de corrupción, en los cuales es evidente la participación de internos y personal del servicio público.
ESS