Tras el cierre de frontera para algunos productos y las políticas que ha tomado Estados Unidos contra las inversiones en el extranjero se tambalean siete agroempresas, que operan el municipio de Altamira y con ellos los 200 empleos que generan.
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El síndico, Dimas Salazar, explicó que esas empresas funcionan con inversión de empresarios mexicanos y estadunidenses, y llegaron a la sociedad luego de que no aterrizaran los apoyos para el campo y los propietarios de tierras en Altamira buscaran un socio.
"Son empresas americanas que invierten aquí, ellos allá tienen tierras de cultivo pero mayormente el ranchero allá está bien distribuido en su predio si tienen 100 hectáreas no 100 hectáreas las siembran de un cultivo necesitan más producción que es lo que hacen tener contacto con agroindustrias mexicanas y aportan un capital ellos para que produzcan y ponen sus normas".
De este tipo están funcionando siete en Altamira, que dan trabajo a por lo menos 200 personas, sin embargo en este momento con el cierre en las fronteras, esas empresas no saben cómo van a poder trabajar, pues ya no se podrán pasar algunos productos, y quizá los empresarios estadunidenses ya no podrán seguir inyectando recursos.
"Empleos temporales son arriba de 500 empleos, las que yo conozco en Altamira tenemos bien instaladas siete empresas.
Esto se va hacer un cuello de botella, porque está cerrando esos aranceles para productos mexicanos y si por otro lado va haber deportación de gente que es propiamente la que trabaja en el campo le va a crear un conflicto doble porque no van a poder sacar su producción", dijo Dimas Salazar.
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N.A.M.A
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