En los Centros de Reinserción (CERESOS) de Tlaxcala, tras una revisión y evaluación de estos espacios se comprobó que no existen situaciones de autogobierno ni venta de drogas u otra práctica que hable de un control ilícito al interior, sostuvo el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Cedh), Víctor Manuel Cid del Prado Pineda.
Aunque por otro lado reconoció que se presentan circunstancias mínimas que no ponen en riesgo la tranquilidad y seguridad de los internos; se encontró una situación que si bien no es de peligro si trastoca el orden y pone en situaciones “complicadas” a los presos, pues quitan las llaves de las regaderas, y las rentan entre ellos.
De igual forma reveló que en la población de los (CERESOS) no siempre existe empatía entre todos, y suele pasar que dos personas que no se caen bien, y se dan enfrentamientos, que no ponen en riesgo la gobernabilidad de estos lugares, pero también son situaciones que escapan del control total.
Mencionó que han estado realizando la supervisión de estos lugares, donde se han visitado dormitorios, sanitaros y alimentación, donde se certificaron los procesos que llevan para la nutrición de los presos.
Destacó que en 2019 van a trabajar en la capacitación y certificación del personal que trabaja en estos espacios en materia de derechos humanos, con la finalidad de que exista un trato basado en estos principios y que los mismos reclusos conozcan sus derechos como personas.
“El 2019 para nosotros será productivo, pues no quitaremos el dedo del renglón para que los ayuntamientos y las autoridades federales, logren mejorar las condiciones de las cárceles”, añadió.
Cid de Prado argumentó que el ambiente en los reclusorios es óptima para la permanencia de los que cumplen una sentencia o están en espera de ella, de tal forma que las acciones que sean para mejorar la convivencia se pueden adaptar sin mayor problema y se pueden incorporar otras con la misma finalidad, pues el objetivo que es que se tenga todas las condiciones que garanticen el orden y el respeto a los derechos humanos.
ARP