Un doctor es desterrado de Cadereyta acusado de charlatán porque no pudo comprobar su formación como médico, esto en el siglo XIX.
Estas y otras historias se resguardan en el archivo histórico de Cadereyta, uno de los más antiguos de Nuevo León, el cual está siendo catalogado y digitalizado en su nueva sede dentro del Centro Cultural del municipio.
El Ayuntamiento trabaja junto a Conarte en la conservación, catalogación y digitalización de más de 15 mil documentos, el cual espera poner en línea para que pueda ser consultado por investigadores.
Se trata del programa de Rescate de Archivos Municipales, donde el organismo cultural del estado aporta el material humano y técnico, mientras que el municipio apoya con los viáticos de los especialistas.
Esta es la segunda etapa del proyecto, pues en 2015 se empezó a trabajar la Época Colonial. Actualmente, los especialistas Alfredo García y Ricardo Burnes están por culminar la documentación relacionada al siglo XIX.
“Es uno de los archivos más grandes del Estado, vamos a cerrar la clasificación en 1900 y todavía queda mucho material”, menciona el archivista Alfredo García.
Para Manuel Hernández Zamora, coordinador del Centro Cultural de Cadereyta, se trata de uno de los archivos más antiguos de Nuevo León. Señaló que el documento más antiguo es de 1701, pues gran parte del material anterior se perdió con el paso del tiempo.
“Cadereyta es una de las tres municipalidades más antiguas, después de Cerralvo y Monterrey, pues la Villa de San Juan Bautista data de 1637.
No tenemos documentos del siglo diecisiete, por diversas situaciones se perdieron muchos documentos”,comenta Manuel Hernández.
El trabajo
Desde hace dos meses Alfredo García y Ricardo Burnes han trabajado la segunda etapa de catalogación y conservación del archivo histórico.
Su trabajo consiste en retirar toda clase de objetos extraños en el documento, dar una limpieza con una brocha especial y colocarlos en “guardas” de papel cultural. Ahí se anota una breve descripción del archivo y después se protegen en las cajas de polipropileno.
En trabajo de la primera etapa constó de 8 mil documentos que fueron tratados de esta manera. Para este nuevo proyecto, se contempla una cantidad similar. A esto habría que agregar todo el material del siglo XX, que en total darían unos 30 mil aproximadamente.
“Son documentos muy interesantes los que vamos encontrando, pero nosotros solo sacamos el extracto del asunto para agilizar el trabajo”, menciona Alfredo García.
La apertura
El Centro Cultural de Cadereyta abrió sus puertas a finales de 2016. En un mismo inmueble se concentra el museo de historia, la biblioteca pública, un auditorio y el archivo.
Actualmente trabajan tres personas en el proceso de digitalización, quienes forman parte de la empresa Kodak, los mismos que realizaron el mismo proceso con el Archivo General del Estado y con la Biblioteca Magna de la UANL.
“Se pretende que el archivo quede, casi en su totalidad, digitalizado. Que los documentos se guarden en las cajas especiales y que a través de módulos se pueda consultar el digital, incluso vía internet a través de la página oficial del municipio”, agrega Hernández Zamora.
Ya con el archivo digitalizado, el público podrá conocer la historia de Cadereyta. O el caso del médico que fue desterrado por charlatán y que, a decir de los registros históricos, también había sido corrido de Marín por la misma causa.
Resguardan casos atípicos
Aconteció en 1875, en la comunidad de La Cieneguilla hoy dentro de Santiago, Nuevo León. Un hombre fue acusado de asesinar a un niño, hijo de una vecina a la quien los pobladores le atribuían el poder de convertirse “en gato o en guajolote” y así atacar a las personas de la comunidad.
Se trata de un caso atípico, pues el documento consta de cien fajos, en donde se narra con detalles el crimen. Ahí se indica que el hombre acudió por la noche a la casa de la afectada, cometió el crimen y llevó el cadáver del pequeño hasta un río cercano.
“Es un caso atípico por lo extenso del documento, si lo analizamos es un caso de la misoginia que se vivía en el siglo XIX”, detalla Ricardo Burnes.
El caso se conserva dentro de la sección de justicia, en el Archivo Histórico de Cadereyta.