Siendo las 2:25 de la tarde, el Jesús de Chapalita expiró ante un aproximado de 2 mil personas, quienes fueron testigo de los jalones, gritos, azotes y escupitajos que soportaba el rey de los judíos, quien ya estaba preparado para recibir a la muerte entre lágrimas, exclamaciones y suspiros de la multitud.
Fue a las 11:30 de la mañana cuando las personas comenzaron a reunirse en la explanada del templo de Fátima, ubicado en la colonia Chapalita, para presenciar esta tradicional recreación que lleva 53 años presentándose ante ciudadanos y visitantes, convirtiéndolo así en el más famoso de la ciudad de León.
Así pues, bajo un sol abrazador de 27 grados centígrados niños, jóvenes y grandes siguieron al rey de los judíos recorriendo las calles de Chapalita para presenciar las 12 estaciones puestas en escena, mientras Cristo soportaba una cruz de más de 100 Kilos.
Entre la multitud se escuchan exclamaciones de sorpresa y dolor cada vez que Jesús recibía algún golpe.
"¿Por qué le pegan a Papá Dios?" pregunta una niña entre las personas presentes.
El staff, formado por 30 personas grita a los presentes que se mantengan alejados de la escena para no recibir algún golpe destinado al protagonista, a quien, tras la primer caída, ocurrida en la calle Palmas, ya se le nota agotado, pero sigue adelante hasta la segunda caída, la cual es presenciada por la multitud frente al parque de Chapalita. Cuando parecía que no se pondría de pie, Cristo lo logra, y sin mirar atrás, soporta los gritos que pretenden humillarlo.
La gente tampoco se detiene, y pronto comienza a aglomerarse más y más estirando el cuello intentando ver al salvador. Algunos otros comienzan a sentir el calor recorrer su cuerpo y se detienen en los puestos ambulantes por agua, raspado o una paleta de hielo.
Quienes no se pueden detener, aunque los pies les pidan un descanso, son los actores, pues algunos se tambalean a punto de caer entre la muchedumbre, quienes se hacen a un lado.
La última caída ocurre en la calle Luis González ante la exclamación de una niña que dice a su padre que ya se quiere ir, este sonríe y asegura que no pasa nada, lo que tranquiliza a la pequeña y siguen adelante, donde finalmente, Jesucristo y los dos ladrones, quienes también se llevaron gran parte de los azotes, son crucificados al final de la calle Manuel de Austri.
Siendo las 2:12 los ladrones son levantados en la cruz para esperar a la muerte, dos minutos más tarde, la aglomeración suelta exclamaciones de miedo al ver cómo Cristo es levantado en su cruz con dificultad, pero al fin se logra poner en pie la pesada madera, donde llega el cierre esperado que es recibido con sentimiento encontrados de emoción y tristeza.
Finalmente, la gente dedica un gran aplauso por lo que presenciaron mientras Francisco, quien se encargó de personificar al protagonista es bajado con ayuda de sus compañeros expresando su emoción.
“Estoy un poquito cansado, pero le pedí a Dios muchas fuerzas para poder terminar, en la primer caída sí me asusté pero gracias a Dios todo terminó bien”, declaró rodeado de todos aquellos curiosos que querían ver a quien aguantó las tres horas que duró dicha representación.
