En México se atendieron psicológicamente a 56 víctimas que denunciaron abuso sexual por parte de un sacerdote en 2015, tres de los cuales llegaron a los tribunales porque la mayoría fueron abusados durante su infancia y dieron a conocer su historia en la edad adulta, de acuerdo con la Red de Sobrevivientes del Abuso de Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés).
Joaquín Aguilar Méndez, director del SNAP en México, señaló que cuando los casos fueron investigados, muchos de los párrocos acusados habían sido trasladados a otra congregación, estaban desaparecidos o habían muerto. En este tipo de situaciones, donde legalmente no hay nada que hacer, la organización da seguimiento a los afectados brindándoles tratamiento psicológico.
Los abusos se cometieron en 10 entidades y Jalisco es el estado con mayor número de víctimas atendidas al concentrar 21 por ciento de las denuncias. Según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, esta demarcación es una de las tres entidades con el mayor porcentaje de católicos en el país, pues nueve de cada 10 personas se consideran fieles.
Las únicas víctimas que llevaron sus casos a los tribunales radican en Oaxaca, Sonora y Tijuana. Los tres casos aún están en investigación y solo en Oaxaca fue detenido el sacerdote.
ESTRATEGIAS ESPECÍFICAS
Según Aguilar Méndez, los curas que han llegado a enfrentar una demanda por abuso sexual realizaron diversas tácticas para evadir su culpa, ya que “ni un solo sacerdote ha compurgado una sentencia definitiva en México. Entre las estrategias legales que existen está encuadrar el delito en estupro y lo hemos observado desde el momento que comenzamos a trabajar los casos en el país en 2006”.
Una de las dificultades que ha enfrentado la organización es que los delitos de violación y abuso sexual, así como el de estupro, tienen variaciones en sus penalidades de acuerdo al código penal de cada estado.
Según el artículo 174 del Código Penal capitalino, la violación es castigada con prisión de seis a 17 años y consiste en que una persona “por medio de la violencia física o moral realice cópula con persona de cualquier sexo”. Este crimen se persigue de oficio.
En el caso del abuso sexual, el artículo 176 asevera que “al que sin consentimiento de una persona y sin el propósito de llegar a la cópula, ejecute en ella un acto sexual, la obligue a observarlo o la haga ejecutarlo, se le impondrá de uno a seis años de prisión”. Este delito se persigue por querella, es decir, la víctima puede otorgar el perdón y a menos que se ejerza violencia física o psicológica, se perseguiría de oficio.
Por lo anterior, la táctica legal de los abogados de los clérigos consiste en alegar que no existió violación o abuso sexual, sino estupro, es decir que la víctima consintió el hecho.
El artículo 180 explica que, “al que tenga cópula con persona mayor de 12 y menor de 18 años, obteniendo su consentimiento por medio de cualquier tipo de engaño, se le impondrá de seis meses a cuatro años de prisión”.
El estupro también se persigue por querella y el acusado puede alcanzar su libertad bajo caución.
PREVENCIÓN
El especialista comenta que hay sacerdotes que realizan acciones contra a pederastia. “Dentro de la institución sabemos que hay gente muy buena, también en eso quiero hacer mucho énfasis, no todos son encubridores; lamentablemente, los que están en la cumbre no son los mejores”, afirma.
El SNAP trabaja, desde el año pasado, con tres congregaciones católicas que aceptaron difundir un protocolo de prevención contra el abuso sexual a los niños que asisten al catecismo.
“Se les dio por escrito el protocolo de prevención y se platicó con los sacerdotes, también con los niños que asisten al catecismo. Dos psicólogas expertas en prevención de abuso platicaron con los niños y con sus padres”.
Las iglesias que cooperan con la organización están en la Ciudad de México, San Luis Potosí y Jalisco; en las tres sedes fue denunciado algún caso de abuso sexual y solo en dos se han podido difundir estas medidas, “por falta de tiempo no hemos asistido a San Luis Potosí, pero ya está acordado”, afirma Joaquín Aguilar.
Los nombres de los párrocos y la ubicación de los templos no fueron revelados a Notivox debido a que los curas pidieron el anonimato.
En mayo de 2011, la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano publicó una carta donde explica los pasos para tratar los casos de abuso sexual de menores por parte del clero.
Para febrero de 2014, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU dio a conocer un informe donde aseguró que la Congregación para la Doctrina de la Fe se negó a proporcionar el número de casos de abuso sexual denunciados.
Pese a la impunidad, Joaquín Aguilar, quien denunció ser víctima de abuso sexual por el sacerdote Nicolás Aguilar Rivera, considera que es pertinente denunciar el Ministerio Público estos delitos para tener registro, pues no existe un número preciso de estos casos, “la ONU habla de decenas de miles de casos en el mundo, pero no dice cuántos”.