Un caso de un sacerdote de la Arquidiócesis de Guadalajara acusado de pederastia desde hace poco más de un año, sigue sin ser resuelto. El Cardenal Francisco Robles Ortega informó que el proceso judicial aún no termina, por lo que el presunto culpable permanece en la entidad.
Sin dar nombre y mayores detalles del clérigo ahora sin licencia para oficiar, comentó que es el único caso que se tiene registrado y del cual desconoce porque los largos plazos para su resolución cuando el asunto ya se tornó al Vaticano.
Ellos, dijo, actuaron como está prescrito por la Santa Sede. “Si se recibe una queja o denuncia de un caso de pederastia, el sacerdote debe de ser suspendido inmediatamente de sus funciones para que se abra una averiguación previa: si todos los elementos dan para que se corrobore que la acusación es verdadera, el caso se envía a la santa sede, lo estudian, lo analizan y luego viene la sentencia o la respuesta”.
Respecto a que estos sucesos no son transparentados o dados a conocer a los ciudadanos, Robles Ortega afirmó que es para protección de las víctimas quienes a su parecer, podrían ser doblemente dañadas: primero por el proceso traumatizante que le tocó vivir y, segundo, porque los medios, señaló, “dispénsenme pero muchas veces no usan la prudencia que se debe de tratar en estos casos”.
Además de que, comentó, las familias no quieren que se sepa absolutamente nada de los acontecimientos aún y cuando tienen toda la libertad de darlo a conocer a las autoridades, mientras que la Iglesia se responsabiliza de prestarles toda la atención psicológica tanto a los agraviados como a sus cercanos.
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