Aproximadamente a las 23:30 horas del martes 20 de octubre, una célula del crimen organizado detuvo a tres estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa cuando circulaban a bordo de una camioneta F-50, propiedad de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El 23 de septiembre, una marcha de la Asamblea Popular de Tixtla (APT), estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y padres de los 43 forzó el repliegue de la policía preventiva municipal, además del cierre de la presidencia municipal.
Para muchos habitantes de la cabecera municipal, ese día representó la entrada en dicha ciudad de varias células de Los Ardillos, grupo del crimen organizado cuya zona de influencia está focalizada en los municipios de Quechultenango y Zumpango, pero que desde hace varios años pelea por extender su influencia hacia la Montaña baja.
La versión cobró fuerza para la mañana del 24 de septiembre, pues comenzaron las ejecuciones contra presuntos integrantes de Los Rojos, lo que se reflejó con el levantón de varias personas, cuyos cuerpos fueron tirados en diferentes tramos carreteros, principalmente en la ruta que va hacia Chilpancingo.
Vidulfo Rosales Sierra, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña (CDHM), reconoció que la noche del 20 de octubre, un grupo de alumnos de los que se reservó la identidad circulaba en el centro de la ciudad en una camioneta despojada a la Conagua.
“Al parecer la unidad, que es una F-50 llamó la atención de los supuestos delincuentes, quienes detuvieron a los muchachos, los bajaron de la unidad y los obligaron a identificarse”, aseveró.
Una vez que los jóvenes comprobaron que estudiaban en la Normal Rural pudieron regresar hacia su plantel, aunque sumamente asustados.
En los hechos no intervinieron elementos de la Policía Comunitaria (PC), pues durante las noches su presencia se acota solo al barrio del Fortín, en donde centra la mayor parte de su base social en Tixtla.
“Los compañeros regresaron a la escuela, lo platicaron con los demás integrantes del plantel y se comenzó a generar una gran cantidad de rumores, como los que se escuchan en la llamada de Omar”, anotó.
De hecho, indicó que Omar Vázquez está fuera de la Normal desde hace varios meses, derivado de su incorporación a la estructura dirigente de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM).
Por esa razón, asume que aunque la que se escucha en la llama difundida por Notivox es la voz de Omar Vázquez, en realidad hace aseveraciones que están fuera de contexto porque él no conoce algunas situaciones que se han vivido en las últimas semanas.
El centro de Tixtla está lejos de la entrada a la Normal Rural de Ayotzinapa, por eso, descartó la versión de que los delincuentes hayan llegado hasta los arcos y después trataran de ingresar por el área de corrales.
Lamentó que ahora la PGR decida investigar a las víctimas de los hechos del 26 de septiembre, ya que eso constituye una acción que criminaliza a las víctimas de un hecho que generó conmoción ante la comunidad internacional.