“Obama, usted puede interceder por su hermano Edgar; las leyes son crudas pero él (Edgar) ya pagó. Le pedimos misericordia, interceda por nuestro hermano; por favor señor presidente Obama, Morelos le pide misericordia”, exclamó una mujer vestida de blanco.
"¿Quién es el gobernador de Texas para disponer de la vida de nuestro paisano? condenado, no por matar a un policía sino por ser mexicano...”, expresaban algunas mujeres que acudieron a la marcha y concentración que habitantes del pueblo oriundo se Tamayo organizaron el domingo por la tarde.
Tamayo está programado para recibir una inyección letal el próximo martes, después de las 16 horas por que es considerado culpable del homicidio de un policía, en 1994.
En medio se muestras de indignación, tristeza e impootencia, los convocados caminaron cerca de dos kilómetros hasta la plaza principal del pueblo ubicado a unos 45 kilómetros al surponiente del estado se Morelos. Mientras algunos lo hicieron en silencio, otros optaron por mostrar si solidaridad, portando una vela.
Los asistentes a esta marcha, la gran mayoría vinculados con la práctica del catolicismo, de una manera muy cercana a la iglesia católica, se despidieron con una oración generalizada, donde los participantes levantaban los brazos al cielo, pidiendo clemencia para el sentenciado a muete.